Tengo otros datos

El gobierno de México informó hace unos días que a dos años de haberse inaugurado el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la obra de infraestructura aeroportuaria logró obtener más recursos en comparación con los gastos realizados para su funcionamiento, por lo que alcanzó el punto de equilibrio financiero, además de generar ganancias durante el primer trimestre de este año por 77.9 millones de pesos.

El anunció de que la terminal aérea de Santa Lucía había llegado a su punto de equilibrio, no pareció gustarle algunos analistas, argumentando por desconocimiento contable o mala leche que no se estaban tomando en cuenta los subsidios y apoyos financieros para la construcción y operación del complejo aeroportuario y que la línea aérea Aeroméxico saldría de ese recinto aéreo por falta de rentabilidad.

“El punto de equilibrio es establecido a través de un cálculo que sirve para definir el momento en que los ingresos de una empresa cubren sus gastos fijos y variables, esto es, cuando logras vender lo mismo que gastas, no ganas ni pierdes, has alcanzado el punto de equilibrio” y si este punto se rebasa empiezas a tener utilidades.

Para llegar al punto de equilibrio de cualquier negocio se tiene que definir cuáles costos entran en el análisis, lo usual es considerar como costos a todos los desembolsos, incluyendo los gastos de administración y de ventas, pero sin incluir los gastos financieros ni los impuestos.

Los gastos financieros se refieren a los desembolsos que debe hacer la empresa cuando obtiene financiamiento a través de deudas, como crédito bancario, financiamiento gubernamental, fondos de capital de riesgo, socios con capital, entre otros.

El que el AIFA haya llegado a obtener más recursos en comparación con los gastos realizados para su funcionamiento, significa que irán bajando los subsidios presupuestales del gobierno para la terminal aérea.

En el primer trimestre de este año, el subsidio presupuestario para el aeropuerto de Santa Lucía fue de 364.8 millones de pesos, sin embargo, se espera que pronto se dejen de asignar partidas presupuestales para el funcionamiento del aeródromo.

En los dos primeros meses de este año, el AIFA manejó un total de carga aérea de 193 mil 521.8 toneladas de mercancías, lo que implicó un aumento de 5.2% con lo cual este complejo aeroportuario se colocó en primer lugar en todo el país en este tipo de operaciones.

La decisión del gobierno de la Cuarta Transformación de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco y edificar un complejo aeroportuario en la base militar de Santa Lucía provocó molestia en varios sectores de la población y en los últimos días de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador han estado difundiendo en redes sociales, columnas de opinión y otros medios, comparativos con datos imprecisos o francamente erróneos sobre las supuestas bondades del aeropuerto que ya no se construyó así como lo “inconveniente” que fue el haber levantado el AIFA. .

En Facebook, X (antes Twitter) e Instagram, ha circulado este cuadro que tiene muchos errores en lo que respecta a los costos, financiamiento, contratos de obra y otros conceptos de los dos proyectos.

Este cuadro círculo desde 2021 y tiene datos falsos.

Cuadro comparativo sin sustento entre Texcoco y Santa Lucía

Los datos vertidos en el cuadro son mentirosos y maniqueos siendo el único fin manipular a la opinión pública.

El proyecto para la construcción del llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, que impulsó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y que era la obra de infraestructura más ambiciosa de la administración pasada, tuvo un complejo esquema financiero, que se elaboró por más de 5 años.

La edificación de este complejo aeronáutico, fue muy cuestionada dado el gran presupuesto que se asignó por parte del gobierno en el sexenio pasado y por las empresas que se contrataron para la obra.

Los costos que se estimaron en la etapa 1 para llevar adelante la obra del NAICM, equivalían a 133 mil 980 millones de pesos.

Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) fue la entidad asignada desde los primeros meses del 2011 por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), como organismo ejecutor especializado del gobierno federal en la planeación, diseño, construcción y operación de aeropuertos, además de identificar los estudios de pre - inversión necesarios para desarrollar el proyecto de infraestructura de la nueva terminal aeroportuaria.

En mayo y diciembre de 2012, la SCT y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en ejercicio de sus atribuciones y por conducto de sus representantes en el Comité Técnico del contrato de fideicomiso no paraestatal de administración número 1936 (fideicomiso 1936) denominado Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), aprobaron a ASA, en forma independiente a su presupuesto autorizado por la Cámara de Diputados, la contratación de diversos estudios de pre inversión, los cuales serían pagados por Banobras, en su carácter de fiduciario, con recursos del patrimonio de ese fideicomiso.

Ya para abril del 2013, la SHCP y la SCT, autorizaron, para la primera etapa del proyecto del NAICM, la utilización de recursos del patrimonio del Contrato fideicomiso 1936, hasta por 4 mil 752,554 millones de pesos que incluyó el IVA, (es un apoyo no recuperable de Fonadin) para efectuar, por conducto del fiduciario de ese contrato, el pago total de estudios y proyectos ejecutivos, en forma independiente al presupuesto autorizado por la Cámara de Diputados para ASA, con la asistencia técnica de la CONAGUA como autoridad en dicha materia.

ASA, como entidad contratante, fue designada por la SCT para realizar las actividades relacionadas con la administración y supervisión de 17 contratos vinculados con dichos estudios, los cuales una vez desarrollados tuvieron un costo de 140 millones 134 mil pesos incluyendo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y fueron pagados por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), como fiduciario del fideicomiso 1936.

El 3 de septiembre de 2014, al presentar la SCT el Plan Financiero para la Construcción del NAICM, señaló que el costo de la obra ascendería a 169 mil millones de pesos (13 mil millones de dólares al tipo de cambio de 13.00 pesos por dólar), cifra que no consideraba los estudios, consultorías y asesorías que se habían venido atendiendo, y realizando con recursos del fideicomiso 1936.

El GACM confirmó en septiembre de 2016, la colocación de dos bonos en mercados internacionales por 2 mil millones de dólares, que le permitirán financiar la construcción del NAICM, y que serán pagados con los ingresos de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) que obtenga esa terminal, y los del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Los bonos se emitieron a dos plazos: uno por mil millones de dólares a 10 años y otro por mil millones de dólares a 30 años con tasas de 4.25 y 5.50% respectivamente.

Las aportaciones federales fueron sólo de 18 mil millones de pesos, por lo que se modificó el programa de financiamiento y se emitió deuda por 6 mil millones de dólares en bonos con vencimientos a 10 y 30 años y por 30 mil millones de pesos en certificados fiduciarios conocidos como Fibra-E, de todas formas insuficiente, ya que el presupuesto se había elevado a 305 mil millones, por lo que dejaba a la siguiente administración con los compromisos financieros establecidos y la necesidad de obtener 108 mil millones de pesos más.

Por otro lado, de acuerdo con cifras de la presidencia de México, la obra del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles tuvo un costo de 75 mil millones de pesos, un equivalente de 3,717 millones de dólares.

El AIFA se construyó en tiempo récord con 3 pistas (2 de 4.5km), terminal aérea, helipuerto; la base militar más moderna de México, se hicieron 2 museos (del Mamut y Aviación militar); además de la base militar, una unidad habitacional, centro de convenciones, un hotel, entre otras obras.

Debido a que el aeropuerto Felipe Ángeles se construyó con recursos presupuestales, y no se emitieron bonos, ni se contrató deuda para su edificación, no deja pasivos para los contribuyentes, sin embargo, las obras emblemáticas de la 4T como es el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, así como el AIFA si están provocando este año un déficit fiscal cercano a 6% del Producto Interno Bruto (PIB), que según cifras de la SHCP este podría bajar para el 2025 a la mitad.

El pasado 24 de abril el periodista Julio Brito del diario Crónica, mencionó en su columna que Aeroméxico saldría del AIFA para finales de este año a falta de rentabilidad, lo que supuestamente sería la tumba de ese aeropuerto, la misma línea aérea desmintió al columnista, sin embargo, a la nota falsa se sumaron otros comunicadores como es el caso de Enrique Muñoz.

Al parecer hay una embestida mediática contra el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sin embargo, esta terminal aérea avanza un poco lento en transportación de pasajeros, pero muy rápido en lo que se refiere a transporte de carga.

De haber continuado la construcción del aeropuerto de Texcoco, esta infraestructura todavía no entraría lista para dar servicio a los usuarios ya que se tenía considerado su estreno para septiembre de este año, pero eso sí la frustrada terminal aérea dejó bonos que se tendrán que seguir pagando por mucho tiempo.