La frase Juntos pero no revueltos definen lo que pasa en el PAN chilango. Santiago Taboada, ex alcalde de Benito Juárez, pertenece a un grupo panista destacado en la CDMX y a nivel nacional, liderado por Jorge Romero, un joven que ascendió en la militancia hasta convertirse en dirigente de una ciudad donde tradicionalmente triunfa la izquierda, consolidando a Benito Juárez como un bastión blanquiazul. En esa misma ciudad, Xóchitl Gálvez gobernó otra alcaldía, la Miguel Hidalgo. La historia de Xóchitl en el Partido Acción Nacional es diferente: fue invitada por Vicente Fox en el año 2000, quien la conoció en Guanajuato y de ahí fue reclutada para su gabinete.

Sin embargo, Taboada comparte trayectoria con Romero en la militancia, pues está en enlistado en las filas del PAN desde su juventud, pero está lejos de Xóchitl, quien siempre mantuvo distancia al identificarse como panista, considerándose una simple ciudadana.

Otra diferencia es que Santiago está vinculado al equipo de Ricardo Anaya, ex candidato presidencial en 2018, quien ganó de manera controvertida la interna frente a Margarita Zavala. De hecho, Jorge Romero, líder de Taboada, fue coordinador de Anaya en la ciudad, en medio de la ruptura de Felipe Calderón con el PAN. Por su parte, Xóchitl es amiga de Calderón y Margarita hoy diputada por la alcaldía de Xóchitl.

La distancia de Gálvez con Anaya se hizo más evidente cuando se desmarcó de él, declarando que no sería candidato por la alianza, pero si recibió a Calderón en su oficina.

Durante los años de gobierno local de Xóchitl, no hubo afinidad ni complicidad con Romero; más bien, se dijo que la relación era meramente de cordial, como es en política, sin cercanía y a veces hasta confrontativa entre equipos políticos.

Ahora, Santiago y Xóchitl se presentarán en la misma boleta electoral, sin tener más en común que las siglas de su partido. En eventos públicos, donde deben aparecer sonrientes y levantar la mano juntos, se les nota incómodos, reflejando un pasado que nunca imaginaron los llevaría a competir en el mismo escenario. Meses antes, disputaban el mismo lugar: cuando la actual candidata a la presidencia aspiraba a ser gobernadora de la ciudad y Romero intentaba promover a Taboada. Diferencias como estas complican las campañas y el “fuego amigo” podría afectar negativamente los resultados e ambos.