El pasado 7 de octubre de 2012, se celebraron los comicios para elegir al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, por una parte el hasta ese momento presidente de Venezuela Hugo Chávez buscaría su tercera reelección, este sería postulado por  el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),  su adversario político sería Henrique Capriles quien sería postulado por la Coalición Mesa de Unidad Democrática (MUD) la cual aglutinaría a todos los partidos opuestos al gobierno de Chávez.

Los dos candidatos el 30 de septiembre demostraron su capacidad de convocatoria al realizar sus cierres de campaña en la capital del país, la Av. Bolívar mostró un lleno impresionante en los dos casos, lo cual dejaba en duda quien pudiera ganar los comicios del 7 de octubre. Y si a esto se le suma que algunas encuestas mostraban a Chávez a la cabeza de la intención de voto y otras a Henrique Capriles (de las 13 casas encuestadoras, ocho daban como ganador a Chávez por cinco que mostraban a Henrique Capriles como ganador). Un escenario nada deseable para Chávez y muy fortuito para los que estaban en contra del ex militar.

En la historia actual de Venezuela no se había presentado un escenario tan competido, más cuando se veía a un Hugo Chávez con fuerza política y simpatía entre los venezolanos. De los procesos electorales en los que ha competido Chávez,  este proceso (2012) ha sido en donde ha obtenido el menor porcentaje de votos. En las elecciones de 1998 obtuvo 56% sobre 39% de Henrique Salas, para el año 2000 obtendría el 59% sobre 37% de Francisco Arias y para los comicios de 2006 sería su victoria más holgada al obtener el 62% sobre Manuel Rosales quien obtendría el 36%.

 

Por lo que podemos ver la popularidad de Chávez no fue suficiente, o por lo menos la estrategia que siguió no lo fue, ya que sus adversarios buscaron la forma de debilitar su imagen ante la sociedad venezolana y con ello hacer de estas elecciones un proceso electoral competido  que se definiría  hasta el último momento, o por lo menos eso fue lo que se quiso transmitir o hacer creer, porque en la realidad las cosas fueron muy distintas a las que los medios de comunicación presentaron durante la campaña electoral.  El escenario que arrojó esta contienda fue que votó más del ochenta porciento de los venezolanos, unas elecciones bastante concurridas.

 

Y los resultados electorales que anunciara el Consejo Nacional Electoral (autoridad encargada de validar el proceso electoral en Venezuela) la noche del 7 de octubre darían como virtual triunfador a Hugo Chávez con un 55.14 porciento (que representaban casi 8.062.056  votos), por otra parte Henrique Capriles obtendría 44.24 porciento (6.468.450 votos) una diferencia de más de diez puntos.  

 

Sin embargo previo al anuncio del CNE la encuestadora Varianza, daría a conocer el resultado de su encuesta de salida en donde  daba como triunfador por un 3.2 porciento a Henrique Capriles, con ello se veía que existían las intenciones de hacer creer a la sociedad venezolana y mundial que Chávez había perdido. Pero cerca de las 21 horas Chávez anunciará en su cuenta de Twitter “Gracias Dios mío! Gracias a todos y a todas!!” situación que hizo ver a todos que en realidad el triunfador de la contienda electoral fue Hugo Chávez y no Capriles, como se había hecho creer.

 

Ante esta situación de incertidumbre, me cuestioné si existía una estrategia comunicativa y política para posicionar la figura de Capriles como el encargado de sacar a Chávez del poder.

 

De este cuestionamiento inicié una análisis comunicativo para percatarme si existía como tal una estrategia a favor de Capriles y en contra de Chávez y llegue a la siguiente explicación. En los últimos años se ha presentado al candidato del PSUV en los medios de comunicación principalmente extranjeros  como un hombre que había propiciado un desastre en Venezuela e inclusive un retroceso democrático al estar en el poder más de 13 años. Esta campaña de linchamiento no es nueva, de hecho tiene ya su tiempo, y se agudizó cuando Chávez decidió desafiar los mandatos de Estados Unidos y dejar de venderles el petróleo a precios que los estadounidenses fijaban. Sin embargo este efecto se agudizó hace menos de un año.

 

Para poder entender mejor lo que digo recurriré a explicar dos teorías que considero fueron usadas antes y durante el proceso electoral.

 

En primer lugar detecte  el uso de la teoría del refuerzo propuesta por Joseph T. Klapper, la cual a grandes rasgos dice que el efecto del refuerzo se da cuando los medios de comunicación de masas refuerzan las opiniones previas en la audiencia, más que cambiarlas. Con ello, responde a lo siguiente: previo a las elecciones de Venezuela, existía un ambiente de cuestionamiento sobre la posibilidad de la transición en el gobierno de Venezuela por la siguientes razones: 1) la enfermedad del presidente en turno (Hugo Chávez) la cual podría impedir su gestión de gobierno ante la posibilidad de volver a reelegirse en el poder, 2) que Venezuela se encuentra atrapada en una dictadura, y era necesario buscar una posible sucesión presidencial y 3) la ventajas que traería a la sociedad el fin de la dictadura venezolana. Teniendo estos temas recurrentes en diversos medios tanto locales como extranjeros, sólo se tenía que enfatizar en estos temas durante el proceso electoral con ello buscando incidir en la votación de los venezolanos.

 

 

La siguiente teoría comunicativa usada y detectada es el Efecto Bandwagon también conocida como efecto de arrastre o subirse al carro ganador.  Se relaciona esta teoría con el fenómeno del contagio para evitar la exclusión, a menudo los sujetos realizan y creen en ciertas cosas basándose en el hecho que más sujetos creen y realizan estas cosas, y ante el temor de sentirse excluidos física e ideológicamente del resto de personas, las personas tienden a subirse al carro ganador.  Dicho efecto también es llamado comportamiento gregario, esto debido a que las personas tienden a seguir a la multitud sin reflexionar en muchas ocasiones los méritos de una cosa en particular, sólo con el objetivo de sentirse parte de algo.

Es por ello que las encuestas, notas informativas, comentarios en los cuales se mostraba a Chávez como derrotado y a  Capriles como triunfador,  tenían un fin, el cual era mostrar un efecto de contagio al invitar al pueblo venezolano a votar por el cambio y construir juntos esta nueva etapa de Venezuela, para ello Henrique Capriles mostró al gobierno de Chávez como algo obsoleto y  que limita el desarrollo de los venezolanos.

Como se puede ver el uso de estas teorías de la comunicación en la campaña de Henrique Capriles estaba enfocada en el sector indeciso de votantes en Venezuela, más que en el sector del voto duro de Chávez o del propio Capriles y por lo que podemos ver si logró obtener una gran cantidad de votos, aunque no los suficientes para derrotar a Chávez.  Los estrategas de Capriles apostaron a que les alcanzaría con la aplicación de estas teorías, sin embargo no contaron que la simpatía de Chávez va mucho más allá del buen uso de una campaña en los medios de comunicación.

 

Una forma simple de comprobar que Chávez sigue teniendo simpatía y aceptación entre las personas fue que el domingo pasado el pueblo venezolano tuvo en sus manos la decisión de continuar con el mismo modelo político, el cual le ha dado en los últimos años estabilidad a la mayoría de los venezolanos. Dado que sí no fuera así ese día se hubiera castigado en las urnas a Chávez y esta historia hubiera sido distinta de la que conocemos.

 

Sin lugar a dudas, este proceso electoral es un claro ejemplo de que no sólo se requiere de una buena campaña mediática para ganar, sino que también se requieren de resultados para que la sociedad decida su voto. Un gran ejemplo para el mundo.

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