Dicen que el que persevera, alcanza. Esto es en referencia al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y ello se debe a que después de tres años de que fueron sacados masivamente de su fuente de trabajo, podría aducirse que con lujo de violencia oficial, ahora, los ex trabajadores de la desaparecida Compañía de Luz y Fuerza del Centro y miembros de ese sindicato, que nunca bajaron los brazos en señal de inconformidad, podría asegurarse que están de regreso triunfal.
Pero también cabe acotar que gozarán de esa gloria victoriosa solo aquellos que jamás se dieron por vencidos ni perdieron la fe, y que se mantuvieron unidos en su lucha, bajo un mismo ideal y objetivo, que era el de recobrar lo que sienten que les ha pertenecido durante casi un siglo, ésa, su fuente de trabajo, misma que les fue súbitamente arrebatada con métodos que dejaron en entredicho los principios fundamentales de legalidad. Más aún cuando tan infame acción injustificada y unilateral por parte del gobierno, la que se llevó a cabo violentamente al utilizar la fuerza pública para despojar a los electricistas de su empleo.
Sí, al haber sido echados a la calle a los 45 mil trabajadores de sus centros de trabajo en la Compañía de Luz, para la que laboraban, de la forma más arbitraria que se pueda imaginar, es de mencionar que de ese número, solo 16 mil se mantuvieron en pie de lucha permanente, dando la batalla y sin doblegarse ni resignarse ante semejante atropello. Éstos resistieron todo tipo de presión y amenazas, de un descrédito y hostigamiento constante ejercido sobre ellos. Algunos fueron a dar a la cárcel, quienes aún permanecen injustamente recluidos ahí, nada más por oponer esa férrea y enérgica resistencia.
Pero por fin, estos 16 mil ex trabajadores, que a diferencia de sus otros compañeros, nunca aceptaron una liquidación que se les ofrecía, por el contrario, lograron a base de entrega, tenacidad y esfuerzo, que se les hiciera justicia, al ganar su juicio laboral en última instancia, en un tribual de alzada, cuya sentencia de amparo resuelve a su favor, en forma definitiva, que tendrán que ser reinstalados en su fuente trabajo y al pago de sus salarios caídos por el patrón sustituto, que en este caso le corresponde esa categoría a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), porque es a esta empresa pública a la que se le transfirió la generación, distribución y venta de electricidad, que constituye la materia de trabajo que como funciones desarrollaba la compañía de luz en un definido ámbito territorial.
Seguro que el argumento medular, esgrimido para ganar el juicio laboral innegablemente que debió haber sido la no desaparición de la materia de trabajo, aún cuando hayan extinguido a la compañía de luz.
Con esto el SME vuelve a escribir una brillante página más en su historia, dado que de estar casi caído y desmoralizado, se levantó para anotarse un inmenso triunfo, consistente en que ahora, sus 16 mil ex electricistas que no claudicaron y que siguieron leales a su sindicato, se les habrá de reinstalar en la CFE, por ser ésta su nuevo centro de trabajo y por ser lo que procede conforme a derecho.
Sin embargo, aunque se les haya hecho justicia, como suele suceder, no todo será felicidad para ellos, porque después de esa larga batalla ganada, hoy se encuentran ante una inminente reforma laboral, misma que trastocará los derechos de la clase trabajadora del país, de la cual forman parte, por lo que seguro continuarán enfrentando nuevos retos y desafíos de índole laboral.
Pálida tinta: Como Don Quijote de la Mancha, ahora dirá Andrés Manuel López Obrador, cuando los perros ladran, perdón algunos perredistas, es porque vamos avanzando, ¿con su morena? Esto es por tanta declaración que como veneno puro el fin de semana han lanzado en su contra los Chuchos y demás compañía del PRD, más quienes se quieran sumar a ese coro de lenguas mordaces y de doble filo, y todo porque morena va rumbo a convertirse en un partido político.………….. Y al hablar de nuevos partidos políticos, también está por formarse el que aglutinará a diversos personajes de las más disímbolas ideologías, tales como Manuel Espino, René Arce, Víctor Círigo y Jorge Carlos Díaz Cuervo, entre otros impulsores. ¡Vaya! toda una mescolanza de desertores y expulsados, nada más les faltó que incluyeran en ese proyecto a Juanito.