El reconfortante poder de un abrazo, ha constituido un tema que han tocado desde los libros de autoayuda, la literatura new age, hasta la terca memoria de los abuelos que cuentan historias de reconciliación, paz y armonía, cuyos pactos fueron sellados a través de un fuerte apretón de brazos.
El libro de los abrazos[i] de Eduardo Galeano, sin embargo, habla del abrazo como vínculo histórico que permite recordar (volver a pasar por el corazón) nuestras raíces, el hogar, la matria y el fuego. La reconciliación con la memoria de aquellos que fueron sometidos y obligados a olvidar quiénes eran y hacia dónde caminaban. Galeano afirma
“Creo que un autor, al escribir, abraza a los demás. Y este es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de ´muchos´”.
Desde Las venas abiertas de América Latina, un libro dolorosamente atemporal, Galeano emula a Freire al pretender dar voz a aquellos cuyas vidas y obras han sido aplastadas por esa sola y única historia de la que nos advierte Chimamamda Adichie ¿cuántos de nosotros sólo sabemos de la pobreza y la miseria de nuestros pueblos, sin considerar que la verdadera riqueza no se encuentra en el dinero, la tecnología o la moda? ¿Cuántos despreciamos al diferente y empeñamos hasta la salud por el sentido de pertenecer a mundos prefabricados, huecos y elitistas? El abrazo a esas otras historias, nos permite reconciliarnos con nuestra morfología, psique y espiritualidad.
Por otra parte, para quienes así decidan creerlo, Diciembre representa un abrazo a la esperanza, el regreso a la humildad del origen del Salvador y una ocasión propicia para abrazar no solamente personas, sino recuerdos, libros, poemas, tiempo… La Madre Teresa de Calcuta retomó una y otra vez el tema de la pobreza en el espíritu como una virtud esencialmente humana y del todo divina: “Algunas veces pensamos que la mayor pobreza es sólo tener hambre, frío y un lugar donde dormir. La pobreza de no ser amado, reconocido y protegido, es la mayor pobreza. Debemos comenzar en nuestros propios hogares a remediar esta clase de pobreza”.
Comparto con usted, estimado lector, el cortometraje alemán, ganador de un festival de cortos en Europa. Abrazo, es el título de esta obra.
Un abrazo, siempre es un buen comienzo.
¿Usted qué opina, estimado lector?
[i] http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/paq2/No.9.pdf