El pasado dos de junio, el Rey de España Juan Carlos de Borbón abdicó a favor de su hijo, el príncipe Felipe. La renuncia del monarca se da en momentos en que hay una crisis económica en el país europeo, además de un gran desprestigio de los integrantes de la Casa Real, esto debido a los escándalos de corrupción en que se han visto envueltos varios de ellos.
Los aportes que hizo el Rey Juan Carlos a la democracia, la unidad de los españoles y el desarrollo económico de la nación europea, a la muerte del dictador Francisco Franco, son innegables; el monarca también se había convertido en un promotor de las inversiones de las empresas hispanas, sobre todo en América Latina, pero su actividad no estuvo exenta de que se acusara al hombre de la realeza de ser traficante de influencias de los consorcios españoles.
La influencia del monarca español para promover la inversión de su país en México quedó de manifiesto cuando se licitó el tren suburbano Cuautitlán – Buenavista, en agosto del 2005; la obra en cuestión había quedado desierta, porque ninguno de los participantes cumplían con los requerimientos técnicos que demandaba la obra, pero una llamada del Rey Juan Carlos al presidente de México, Vicente Fox, bastó para que a la empresa española CAF se le adjudicara el contrato por 700 millones de dólares, esto lo denunció en su momento el periodista Jacobo Zabludovsky.
La inversión española representa para México la segunda fuente más importante de inversiones extranjeras, sólo detrás de Estados Unidos.De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, de 1999 al 2012, 4,044 empresas españolas registraron flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por 43,732.8 millones de dólares a la economía mexicana. La inversión ibérica se ha concentrado casi toda en el sector servicios y se instala con muchas facilidades y ventajas, condiciones que les otorgan los distintos órdenes de gobierno.
Actualmente, dos instituciones bancarias de origen español, BBVA Bancomer, que en el país es dirigida por Francisco González, y Banco Santander, que es presidido por Carlos Gómez, controlan de manera combinada más del 40 por ciento de los activos del sistema bancario, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
BBVA Bancomer es la institución financiera que más clientes atiende en el país, con más de 20 millones de usuarios, es también la subsidiaria con mayor importancia en el grupo financiero español, al generar 30 por ciento de las ganancias totales, aunque sólo tenga el 11 por ciento de la infraestructura total del corporativo financiero español.
El Banco Santander México, reportó, para el 2012, una utilidad neta de 3,310 millones de pesos (257 millones de dólares), ganancias muy superiores a las que arrojó su matriz en España.
Las fabulosas ganancias que tienen los bancos españoles en México no se deben tanto a sus estrategias corporativas, sino al hecho de que en el país estas instituciones aplican tasas de interés más altas que las que cobran en Europa, además de que a los usuarios mexicanos se les cobran 21 comisiones que no existen en España. Las comisiones que se cobran en ambos lugares son 10 veces más caras en México que en el país de origen, según información del Baco de México y la Comisión Nacional y Defensa de los Usuarios Financieros (Condusef).
La inversión de los grupos financieros hispanos en México no crea tantos empleos como se cree, ya que, desde un principio, compraron bancos ya establecidos en el país y con infraestructura, en muchos casos se recortó personal, para mejores eficiencias administrativas. Los dos bancos españoles adquirieron varios bancos mexicanos y los fusionaron, con lo que eliminaron sucursales, requiriendo, como consecuencia, menos personal para un solo corporativo. El Grupo BBVA Bancomer adquirió seis bancos en el país (Bancomer, Mercantil Probursa, Oriente, Cremi, Banco Unión) Grupo Santander adquirió dos bancos (Serfin y Mexicano).
Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Banorte, el año pasado, cuestionó el hecho de que los bancos de origen extranjero que operan aquí remiten una porción significativa de las ganancias que obtienen en México a sus matrices y nos las reinvierten en el México. ¿Cómo es posible que transfieran capitales de la periferia al centro?
La inversión de empresas españolas en las comunicaciones es grande, ejemplo de esto es la Telefónica México, que dirige Francisco Gil Díaz, quien fuera también Sub Secretario de Hacienda y Crédito Público SHCP en el gobierno de Carlos Salinas y secretario de la misma en el gobierno de Vicente Fox, esta empresa actualmente detenta el 25 por ciento del mercado nacional de telefonía celular y además ha podido conformar consorcios con firmas de televisión por cable para operar redes de fibra óptica, como es el caso de la empresa G –Tac (Grupo de Telecomunicaciones de Alta Capacidad) formada por Televisa, Megacable y Telefónica, empresas a las que se les concedió la implementación, explotación y distribución de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad CFE (cabe hacer notar que esta empresa fue la única que se presentó a la mencionada licitación). La Auditoría Superior de la Federación (ASF), señaló en su informe del 2010 que la empresa en cuestión no garantizó las mejores condiciones para el Estado, pues con ello, según el organismo, dejará de obtener en los 20 años que se concesionó la fibra al menos 2 mil 450 millones de pesos por los servicios de telecomunicaciones que prestó en ese año a empresas públicas y privadas.
La filial española WL Comunicaciones cuyos principales accionistas en México son Fernando Canales Clarion, (ex – secretario de Energía y ex gobernador de Nuevo León) y Ernesto Martens también ex Secretario de Energía, consiguieron la firma de un jugoso contrato por parte del gobierno mexicano sin que mediara ninguna licitación, (cuando era presidente Vicente Fox), para que la mencionada empresa montara un cableado de fibra óptica sobre los postes de luz que pertenecían a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) en el Valle de México, donde existe la mayor concentración poblacional. Con la liquidación de LyFC esta infraestructura pasó a ser activo de la CFE. Actualmente esta infraestructura es aprovechada por la empresa G- Tac, en lo que se conoce como “triple play” en telecomunicaciones (Internet de banda ancha, televisión por cable junto con video y audio y telefonía), haciendo frente al gran monopolio de Carlos Slim, TELMEX.
Las empresas españolas donde se sospecha que hay inversiones de la realeza, están presentes en el sector energético de México como es el caso de Iberdrola y Unión Fenosa. Las mencionadas empresas, con la también hispana Repsol, ya maquilan casi el 50 por ciento de electricidad que distribuye la CFE en el país.
La forma que tienen las compañías ibéricas de maquilar electricidad para CFE es a través de plantas termoeléctricas a base de gas natural. La ASF en su informe adelantado del 2011 señaló que CFE solamente utiliza el 69 por ciento de su capacidad instalada en hidroeléctricas y, en cambio, usa el 80% de la luz total que generan las empresas privadas, a través de sus plantas y termoeléctricas a base de gas natural.
Las empresas españolas realizan una función que podríamos llamar de “coyotaje” con el gas natural que utilizan. Lo compran en menos de 50 centavos de dólar a Perú y lo introducen al país a 14 dólares por unidad, precio que paga la CFE, a través de los contribuyentes y usuarios que padecen las altísimas tarifas de la llamada “Empresa de Clase Mundial”.
Gas Natural Fenosa, tiene la concesión exclusiva por parte del gobierno federal de la distribución de gas natural a domicilios e industrias en la Ciudad de México, Monterrey y otros siete estados de la república.
Los proyectos de creación de energía eólica también son negocios donde están presentes compañías ibéricas en el país, tal es caso del proyecto eólico Piedra Larga, en el municipio de Unión Hidalgo, Oaxaca, que mandó a hacer Grupo Bimbo, de Lorenzo ServitjeSendra, en sociedad con la empresa Desarrollos Eólicos Mexicanos (Demex), filial de RenovaliaEnergy de España. Demex y Bimbo aportaron alrededor del 30 por ciento del capital total del proyecto, mientras que el resto fue financiamiento diferido de la banca de desarrollo a través de Banobras, FONADIN (Fondo Nacional para el Desarrollo de Infraestructura), Nafin y Bancomext, así como las filiales en México de las españolas La Caixa y Santander, además del banco portugués Espíritu Santo. Esta planta surtirá a las plantas de Bimbo de energía eléctrica y la energía restante será vendida a CFE
Iberdrola también está en proyectos de energía eólica, ya que está realizará tres nuevos proyectos en México en 2013 junto con Gamesa, del grupo Pepsico, y para esto contemplan una inversión de 910 millones de dólares, y estarán ubicados en Oaxaca y Puebla.
La inversión española también está presente en el negocio de los casinos, tal es el caso de la empresa, Codere (propiedad de la familia Martínez Sampedro que cotiza en la bolsa de valores de Madrid), esta empresa opera la cuarta parte de los casinos en México.
Codere es dueña desde el 2011 del 84.8 por ciento de las acciones de Impulsora de Centros de Entretenimiento de las Américas (ICELA), que a su vez aparece como accionista de la Administradora Mexicana de Hipódromos; esta concesionaria está también autorizada por SEGOB para operar 65 centros de apuesta remotas en el territorio mexicano, de las que 51 operan en 20 estados del país, como SportsBooks, Yak, Jakpot y Royal Yak, además de tener a su cargo el Hipódromo de las Américas de la ciudad de México.
La trasnacional española también ha adquirido acciones de otras permisionarias de casas de apuestas del país, como la de Promotora de Juegos de México y la compra de acciones del Grupo Caliente de Jorge Hank, lo que la hace ser hoy por hoy la empresa operadora de apuestas con mayor presencia en salas de juego de México, con una participación en 94 locales, que en conjunto manejan 19 mil 571 terminales de juego en las principales ciudades del país, lo que equivale al 26.9% de los 349 establecidos. Este negocio le reportó a Codesa en 2011 ingresos por 291.5 millones de euros.
La ley mexicana de Radio y Televisión hasta antes de la reforma en telecomunicaciones del 2013, estipulaba la exclusividad de la radiodifusión para mexicanos o sociedades mexicanas. Esto no fue impedimento para que en el año 2001 el grupo español Prisa adquiriera el 50% de las concesiones de 17 estaciones radio (Radiópolis), propiedad Televisa Radio, de Emilio Azcárraga.
La inversión que realizó el Grupo Prisa para adquirir la mitad de las acciones de las radiodifusoras, fue a través de una simulación de inversión neutra, por 50 millones de dólares y una aportación de capital por 10 millones de dólares. Como dato curioso, Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, fue alto funcionario del corporativo español Prisa.
El sector textil de México también tiene inversión española, esto a través de la empresa Zara Inditex, de Amancio Ortega Gaona, considerado el hombre más rico de España. Actualmente la empresa tiene en el país 208 tiendas y casi 5 mil empleados, siendo éste el mercado más importante de la transnacional.
En el año 2003 la Dirección General de Aduanas descubrió que Zara Indetex introducía a México mercancía china con documentos falsos para hacerla aparecer como originaria de la Unión Europea (con la cual México tiene firmado un tratado de libre comercio), y así evadir el pago de aranceles y cuotas compensatorias, así, la empresa española sólo pagaba un 5% de aranceles, cuando debían de ser del 35%, lo que le ocasionaba un daño muy grande a la hacienda del país y también dañaba tremendamente a la industria nacional de textiles, golpeando de paso a la planta laboral del sector. La investigación se detuvo, sin sanciones para nadie.
Las tiendas mencionadas no importan la mercancía directamente. Soriana importa a través de Incana y Diseño Textil Holding introduce al país las prendas que venden Zara y Bershka.
La construcción es otro nicho que han explotado compañías españolas en México, como ejemplo tenemos a OHL, cuyo presidente en el país es José Andrés de Oteyza y hasta poco tiempo el actual director de Pemex, Emilio Lozoya Austin era alto funcionario de la constructora. La empresa en cuestión ha sido la encargada de construir proyectos carreteros, actualmente administra tres carreteras en el Estado de México que fueron concesionadas por el actual presidente de la república Enrique Peña Nieto, cuando éste fue gobernador de ese estado, también tienen el 49% de la administración del aeropuerto de Toluca, construyeron los segundos pisos de la Ciudad de México, en el gobierno de Marcelo Ebrard y una gran cantidad de obras federales.
La constructora OHL, ha enfrentado varios problemas en México, que han deteriorado su imagen y le han ocasionado pérdidas cuantiosas, como fue el caso de la expropiación que sufrieron en la construcción de una carretera en el estado de Puebla por no entregarla a tiempo, y los sobrecostos en que se incurrió. En la Ciudad de México tuvieron atrasos y tuvieron un accidente que costó la vida a dos personas, por lo que fue multada con 862, 000 dólares.
El Grupo Abengoa, de España, que tiene entre sus principales directivos a Carlos Borbón, primo del Rey de España es una empresa que ha invertido en el país y que fue favorecido en el gobierno de Felipe Calderón con contratos millonarios en el sector energético y con créditos de la banca de desarrollo para que ésta se capitalice. Lo peor del caso es que este grupo no realiza las obras, sino que subcontrata a otras empresas para realizar los trabajos, lo que lo hace una especie de intermediaria entre Pemex y empresas privadas, un buen ejemplo del tráfico de influencias también presente.
Empresas de publicidad y marketing político españolas también han encontrado en México un oasis en México, ejemplo de esto la consultoría OstosSola, de Antonio Sola, quien participó como estratega en la campaña de Felipe Calderón entre 2005 y 2006 y se le atribuye haber acuñado la frase “López Obrador un peligro para México”
En resumen, las empresas españolas que han invertido en México han obtenido, grandes ganancias y el país no se ha visto muy beneficiado y en algunos casos se ha visto hasta perjudicadas intereses de empresas nacionales y consumidores.