Esta es la oportunidad perfecta para perderle el miedo a las arañas. La nueva exposición del Museo de Historia Natural de Nueva York, Spiders Alive! (arañas vivientes), nos acerca al maravilloso mundo de estas criaturas de ocho patas.

El recinto cuenta con la mayor colección de arañas del mundo y además, veinte especies son las estrellas de toda la exposición.  No hay mejor manera de curar la aracnofobia, que conociéndolas a profundidad. ¿Qué es la aracnofobia?, es el miedo irracional a las arañas, además es de las fobias más comunes del  mundo occidental.

Más antiguas que los dinosaurios, las arañas comenzaron a evolucionar hace más de 300 millones de años. Una de las expuestas ha estado atrapada en resina desde hace 20 millones en años. Otra de las piezas es un fósil calcáreo de araña datado en 100 millones de años.

Menos de 1% de las 43.000 especies conocidas son peligrosas para el hombre, según el museo. Y ni siquiera son propensas a morder. Si bien es cierto que todas las arañas son venenosas, no todas son letales para los humanos… Hay arañas, alacranes y escorpiones que son insectívoros, esto quiere decir que solo comen insectos y de hecho, algunos hasta propiedades curativas tienen.

"Spiders Alive!" ("¡Arañas vivas!"), será inaugurada este viernes y permanecerá abierta al público hasta el próximo 2 de noviembre. Bajo el comisariado de Norman Platnick, aracnólogo de reputación mundial, esta muestra busca acercar a todo aquel que se sienta curioso, nervioso y atraído por estos bichos.

"Creo que el miedo es una cosa aprendida y es irracional", explicó a  AFP, culpando de ello a los padres y a los medios de comunicación.

"Todos tenemos esta imagen de Hollywood de una tarántula avanzando sobre el pecho de James Bond y nos han hecho creer que es peligroso, mientras que el único peligro es que produce comezón", añadió.

Matando a numerosos insectos, permiten al hombre desarrollarse, explica Platnick. Sin ellas, la población humana sería menos numerosa, por no decir inexistente.

Según Platnick, muchas de ellas son demasiado pequeñas para penetrar la piel humana, y las mordidas de las que sí pueden no tendrán casi efecto. Entre las arañas que se exhiben se encuentran cuatro viudas negras, una araña endémica de América del Norte muy venenosa que se encuentra al borde de las carreteras o en jardines.

Ciertos componentes de algunos venenos son utilizados para investigaciones neurológicas, lo que podría ofrecer posibles tratamientos para enfermedades como la epilepsia. Tal es el caso de la tarántula rosa de Chile, cuyo veneno ayuda a regular los latidos del corazón.

Con información de AFP.