México, D.F.- El periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, indicó el 23 de noviembre pasado que del territorio palestino poco queda pues desde 1948 los palestinos viven condenados a la humillación.
“No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados”, indicó en el texto "Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la borra del mapa”, publicado en la Tercera.
El 29 de noviembre Palestina fue reconocida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “Estado Observador No Miembro”, que eleva su calidad a Estado en un hecho histórico del siglo XXI.
Sin embargo, las críticas hacía las Naciones Unidas no se han dejado esperar, pues se considera que es un órgano ineficiente, nada representativo o democrático.
El periodista David Jiménez escribió para el diario El Mundo que la victoria diplomática palestina “no es una prueba de la eficacia de la organización, sino de su irrelevancia: sólo será posible porque todo el mundo sabe que no tendrá ningún efecto sobre el terreno. Las decisiones que realmente podrían influir en éste y otros conflictos quedan en manos del club de los cinco”, es decir, el Consejo de Seguridad, integrado por Estados Unidos, Francia, China, Rusia y Reino Unido desde 1946.
El internacionalista y profesor de la Universidad Iberoamericana indicaba el 29 de noviembre:
"El año pasado, la Autoridad Nacional Palestina buscó la membresía como 'Estado de pleno derecho', misma que sólo puede ser aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La iniciativa ante el Consejo de Seguridad no ha sido rechazada del todo, sino que fue enviada a "consultas", lo que en realidad significa que fue pospuesta de manera aparentemente indefinida. Esto ocurrió ante la amenaza Estados Unidos de vetar la resolución".
Ante lo que parece un inamovible escenario, Galeano se pregunta:
“La llamada comunidad internacional, ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro? (...) La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos".