El pasado 15 de marzo el secretario de Agricultura de Francia prohibió por decreto la comercialización, la utilización y el cultivo de maíz genéticamente modificado MON 810, producido por el grupo estadounidense Monsanto.
"La comercialización, la utilización y el cultivo de variedades de semillas de maíz procedentes del maíz genéticamente modificado MON 810 (...) quedan prohibidos hasta la adopción (...) de una decisión definitiva", estipula el decreto, publicado en el diario oficial.
El próximo 10 de abril se discutiría en el parlamento francés una proposición de ley que prohíbe el cultivo de maíz transgénico pero el ministerio de Agricultura consideró que había "urgencia", "debido a la cercanía del inicio del período de siembra" para establecer una prohibición, invocando el "principio de precaución".
"Según datos científicos fiables y muy recientes investigaciones internacionales, el cultivo de semillas de maíz MON 810 (...) presentaría graves riesgos para el medio ambiente así como un riesgo de propagación de organismos dañinos convertidos en resistentes", indica el texto.
Francia quiere modificar una propuesta de la Comisión Europea para ampliar y consolidar los motivos por los que un Estado miembro puede negarse a cultivar un OGM en su territorio, si lo autoriza Bruselas.
París quiere que cada empresa productora de OGM "solicite a cada Estado una autorización para cultivarlos", precisó recientemente el ministro de Agricultura, Stephane Le Foll.
Con información de AFP