México.- Ocho militares fueron detenidos por la muerte de 22 personas en Tlatlaya, estado de México, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La dependencia detalló que un oficial y 7 elementos de tropa que participaron en el operativo el 30 de junio en ese municipio, fueron puestos a disposición del juzgado sexto militar y se encuentran internos en la prisión del Campo Militar 1-A, en el Distrito Federal.
Al oficial se le acusa de delitos contra de la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes, en tanto que el resto sólo de infracción de deberes.
Como se recordará, el operativo se llevó a cabo el 30 de junio y 22 personas murieron en una bodega de la comunidad de San Pedro Limón, en Tlatlaya y aunque los militares dijeron en ese momento que se trataba de una banda de secuestradores que fueron abatidos en un enfrentamiento luego agredirlos y liberar a 3 mujeres, la revista Esquire México publicó un reportaje en el que una testigo asegura que los militares fusilaron a 21 de las 22 personas, después de que se habían rendido y no fue un enfrentamiento.
Indicios de ejecución
Este viernes el diario La Jornada, publica una serie de fotografías que fueron entregadas de manera anónima a la agencia de noticias MVT, que arrojan indicios de que las personas en realidad ¡fueron fusiladas!
Y es que destaca que 14 de las 22 personas abatidas fueron colocadas a menos de un metro de las paredes y les dispararon a corta distancia.
Al respecto, el criminólogo José Luis Mejía Contreras dijo que ?para que un impacto de bala de ese calibre (de fusiles M-1) deje un boquete en la pared luego de atravesar un cuerpo, se necesita que se dispare a menos de 30 centímetros de la víctima".
Sostuvo que la escena ?fue totalmente manipulada; hubo cuerpos que fueron sembrados y se desaparecieron evidencias.
?Si la confrontación fue entre quienes estaban dentro y los militares fuera de la bodega, había una distancia de entre 20 y 30 metros entre unos y otros, por lo que cualquier disparo de los militares se tuvo que alojar en el cadáver, ya que ningún arma es capaz de atravesar un cuerpo y luego impactar en la pared y dejar un boquete?, apuntó.
En la nota, firmada por Gustavo Castillo García con información de la Agencia MVT, se destaca que de los presuntos delincuentes abatidos durante el enfrentamiento tiene disparos en la cabeza, pues todos los impactos se registraron a la altura del pecho y el abdomen.
Las fotografías fueron entregadas a la agencia de noticias MVT y corresponden a momentos en los cuales los cuerpos y las armas que supuestamente se utilizaron para agredir a los militares no habían sido levantados por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
El director de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, dijo que si se confirma la versión de que los presuntos delincuentes de Tlatlaya fueron ejecutados por elementos de la Sedena, "nos encontraríamos frente a una de las más graves masacres ocurridas en México" cometidas por militares.
Aquí el material fotográfico enviado a la agencia de noticias MVT y publicado por La Jornada, el cual por la relevancia del caso es necesario dar a conocer: