México.- La historia de Jesús Arturo y Angélica era para sus conocidos la de una pareja perfecta y exitosa. Ambos habían concluido estudios profesionales en el Tecnológico de Monterrey y eran jóvenes. A los ojos de los demás eran felices y estaban hechos el uno para el otro. Él era de Sinaloa y ella de Guanajuato.
Sin embargo, Jesús (25 años) asesinó a Angélica (24 años) y conservó su cuerpo durante varios días hasta que se suicidó.
De manera reciente los jóvenes habían emprendido la aventura de vivir juntos; salían de fiesta así como a reuniones con sus amigos, según consta en las cuentas de Facebook de ambos. Se les veía tranquilos y felices, como dan cuenta varias fotografías.
Pero la pareja fue hallada sin vida el pasado 6 de julio al interior de su domicilio en la colonia Jardines del Paseo, en el sur de Monterrey. Angélica estaba sobre la cama de la habitación principal cubierta por una sábana. Jesús Arturo estaba junto a ella y entre sus ropas guardaba dos escritos.
De acuerdo con la necropsia realizada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Nuevo León, Angélica fue asesinada a golpes pues murió a causa de una contusión profunda en el cráneo. Cuando fue encontrada tenía al menos dos días de haber fallecido.
Por otro lado, se descubrió que Jesús se suicido colocándose una bolsa de plástico pero tenía menos de 24 horas de haber fallecido.
De acuerdo con la investigación. Jesús privó de la vida a Angélica entre la noche del 2 y la madrugada del 3 de julio pues acudió a trabajar ese viernes con normalidad. Los siguientes dos días habría dormido con el cadáver.
Los mensajes encontrados entre su ropa lo confirmaron.
En uno de los dos mensajes Jesús le dice a un amigo que aún es tiempo de ?salvar a su esposa? quien lleva dos días ?inconsciente?.
En otro de los escritos Jesús pide perdón por haber asesinado a Angélica.
Una fuente policiaca informó al diario El Norte que de acuerdo con la indagatoria de la Policía Ministerial Jesús habría asesinado a Angélica por celos.
El joven tenía sospechas, sin confirmar, de una supuesta infidelidad. Por ello el caso debería clasificarse como un feminicidio.
Tras haber permanecido con el cadáver, Jesús ingirió alcohol y pastillas psicotrópicas para después colocarse una bolsa de plástico en la cabeza e introducir una manguera conectada a un tanque con helio que tenía en su casa.
Con información de Debate, Zócalo y El Norte