México.- La presidencia nacional del Frente Popular Revolucionario (FPR) considera que el crimen cometido contra su dirigente en Morelos, Gustavo Salgado Delgado, constituye un asesinato político de parte de un grupo del crimen organizado que opera en el municipio de Ciudad Ayala.
La dirigencia añadió que cinco meses atrás ofrecieron pruebas de hostigamiento, amenazas e intimidaciones contra el dirigente estatal del FPR, que provendrían de la Policía del Mando Único de Ciudad Ayala y sicarios al servicio de dicha organización.
El día en que se 'levantó' a Gustavo Salgado, también fueron plagiados y golpeados otros dos militantes.
La principal demanda de la organización política es la detención de los autores materiales, así como de la red criminal que opera delitos tales como secuestro, asesinatos, extorsiones y robo de ganado en la región.
El cuerpo del activista será enterrado en el panteón de La Paz en Cuernavaca, además se convocó a una marcha para repudiar el asesinato del líder y defensor de los derechos indígenas en punto de las 17 horas para mañana viernes.
Organizaciones no gubernamentales apuntan a que el asesinato del líder está relacionado con su decisión de defender el derecho a la vivienda de un grupo de 120 familias indígenas de la montaña de Guerrero que perdieron sus hogares tras los siniestros ocasionados por Ingrid y Manuel, y quienes llegaron al municipio a laborar como jornaleros y se establecieron en Morelos porque sus casas quedaron destruidas.
Florentino López Martínez, presidente nacional del FPR, señaló que en el campamento se ubicaron a patrullas municipales que interrogaban a los asistentes para conocer al dirigente estatal, pues en una primera instancia, las autoridades pospusieron la búsqueda y se negaron a levantar la denuncia en el municipio, además de llamar a su esposa a declarar a la Fiscalía Regional de Cuautla durante más de cinco horas.
Con información de Milenio y Reforma