México.- La denuncia pública en contra de otro sacerdote, a quien se acusa de haber abusado de 45 menores indígenas, le costó el sacerdocio a dos párracos: Apolonio Merino Hernández de Cristo Rey, así como Ángel Noguera Nieto de Santiago Camotlán.

El acusado Gerardo Silvestre Hernández fue detenido el 29 de noviembre de 2013, sin embargo, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, suspendió a ambos párrocos y a Merino pretendió callarlo con amenazas, afirmando que había violado el celibato para fundar una familia, así como la prefabricación de un delito por el presunto abuso sexual de una mujer.

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Antes de que se le notificara sobre su finiquito de funciones, la arquidiócesis le ofreció una mesada de 8 mil pesos, pero el sacerdote lo rechazó.

El arzobispo no ha ofrecido una disculpa pública ni reparado el daño ocasionado en contra de 45 menores desde 2009, cuya edades oscilaban entre los 11 y 13 años.

En enero de 2014, sacerdotes de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca exigieron a las autoridades eclesiásticas que erradicaran la pederastia "que se dejó incubar en la Iglesia con su silencio cómplice".

Demandan que el arzobispo Chávez Botello pida perdón por los casos de pederastia cometidos por el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, añaden que con anterioridad advirtieron sobre el caso.

Y en agosto, organizaciones civiles denunciaron que Silvestre Hernández no había sido sentenciado por complicidad entre funcionarios y autoridades eclesiales.

Con información de Proceso