El nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) fue presentado en una ceremonia celebrada en la Residencia Oficial de Los Pinos con la presencia de los dos arquitectos responsables del proyecto: el inglés Norman Foster y el mexicano Fernando Romero, yerno de Carlos Slim.
Con bombo y platillo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, destacó que la terminal aérea será ?de clase mundial? y única en su tipo.
Sin embargo, usuarios de redes sociales vivieron un déjà vu arquitectónico durante la presentación de la gran X roja.
En 2013 Kohn Pedersen Fox, una de las principales firmas de arquitectura a nivel mundial, presentó un proyecto similar (por decir lo menos) a los Emiratos Árabes Unidos.
A diferencia del proyecto en tierra azteca, que será realizado en el lecho del lago de Texcoco, este proyecto se desarrollará en el desierto de Abu Dabi.
Sitios como Design Boom y Gizmodo dieron cuenta del diseño futurista que se insertará en el corazón del desierto.
?Emiratos Árabes Unidos ha puesto en marcha un nuevo y colosal proyecto arquitectónico. Y sorprende no solo por su diseño, también porque, como casi todo en ese país, se levantará en mitad del desierto. Es un nuevo aeropuerto internacional de 700.000 metros cuadrados en el que, ahora mismo, más de 12.000 operarios trabajan sin descanso para finalizarlo?, destacaron en septiembre del 2013.
Aeropuerto de Abu Dabi
El Midfield Terminal Complex presentado por Kohn Pedersen Fox pretende convertir el desierto en el "jardín del golfo" así como proporcionar la infraestructura para una comunidad cohesionada socialmente y económicamente sostenible. La obra está inicialmente diseñada para atender a 30 millones de pasajeros al año y 8,500 viajeros por hora.
Aeropuerto de la Ciudad de México
En una primera etapa el nuevo AICM tendrá capacidad para transportar a 50 millones de pasajeros, 61% más de los que desplazó el actual en 2013. La capacidad final de la terminal aérea será de 120 millones de pasajeros al año.
"En la arquitectura, desde que existe, prolifera el refrito". ¿Será este el caso? De cualquier manera parece que en el argot arquitectónico no sería plagio sino "reinterpretación".