México.- El brutal homicidio de Julio César Mondragón ofrece un testimonio de los horrores que padeció momentos antes de morir y, a juicio del grupo de expertos independientes, también podría proporcionar pistas sobre la identidad del autor intelectual y material detrás del ataque a los estudiantes.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) señaló que tanto las desapariciones como los asesinatos fueron parte de un ataque desproporcionado y coordinado en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
Además de la desaparición forzada de 43 personas otras 6 personas murieron esa noche, incluyendo Mondragón de 22 años, casado y con una niña de un año.
La autopsia practicada al normalista reveló varias fracturas de cráneo, hemorragias internas y otras heridas producto de torturas. Su cráneo fue desollado e imágenes de su cadáver fueron divulgadas en Internet.
Mondragón había estado en uno de lo autobuses atacados y apareció en una conferencia de prensa que los estudiantes convocaron en medio del caos del 26 de septiembre de 2014. Había grabado videos con su celular y huyó cuando la policíaa abrió fuego. Testigos dijeron que poco después de que lo vieron por última vez, oyeron gritos de alguien que, asumieron, había sido detenido. Cerca de las 6 de la mañana, elementos del Ejército encontraron su cuerpo a poco más de un kilómetro del lugar de donde desapareció.
Los seres queridos de Julio César tuvieron un cuerpo que enterrar pero eso no les dio mucho consuelo por las condiciones en que el cadáver les fue entregado.
La autopsia muestra lesiones consistentes con tortura pero este delito no se menciona en el expediente judicial del caso. Pese a que un mando militar informó del hallazgo de un ?cuerpo desollado?, la autopsia dice que un animal pudo haber desollado su rostro. La familia cree que esa conclusión es una ?burla?.
Pese a las pistas que podría proporcionar el homicidio de Mondragón, el proceso penal languidece en tres expedientes judiciales distintos. Por ello, su cuerpo será exhumado a un año de su muerte, a solicitud de la familia y el GIEI.
La abogada de la familia de Julio César señala que los expedientes de este caso son un caos por lo que cualquier abogado defensor podría echar abajo las acusaciones contra los policías.
La familia quiere que el caso sea asumido por la Procuraduría General de la República, postura que comparte el grupo de expertos que insiste que los 6 homicidios deberían formar parte de la investigación forzada de los 43 jóvenes ya que ?completan el panorama de lo sucedido aquella noche?.
Por ahora, los expedientes de Julio César siguen en manos de la Fiscalía de Guerrero, donde la falta de recursos y la inexperiencia hacen menos probable que se haga justicia.
?Lo único que pedimos es la verdad?, indicó Cuitláhuac Mondragón, tío de Julio César. ?El gobierno está apostando a que todo esto será olvidado y (nosotros) estamos apostando a la justicia?, subrayó.
Con información de Maríz Verza para AP