México.- Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, aseguró que sólo ella puede vencer al líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones presidenciales de 2018.
"Estoy encabezando las encuestas, es un hecho. Soy la única que puede ganarle a Obrador, la que le puede ganar a la demagogia", aseveró durante un encuentro con ex funcionarios panistas de todo el país, en el World Trade Center de la Ciudad de México.
Más tarde, en entrevista con medios de comunicación, la ex Primera Dama del país, afirmó que los hechos demuestran que ante la baja popularidad del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y el ex Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, así como el desplome del PRI, es ella la carta fuerte para evitar que el tabasqueño por fin llegue a Los Pinos.
Con base en ello, Zavala llamó al PAN a definirse de inmediato, pues no hay tiempo que perder para llevar a México a una mejor condición y no como en la que se enfrenta actualmente, consideró.
"El principal adversario en efecto es Andrés Manuel López Obrador con lo que ello significa”, destacó.
Por lo pronto, señaló, “mi trabajo ahorita es con los ciudadanos, aquí no pedimos afiliaciones, sin duda alguna habrá una inmensa mayoría de los que son panistas, mi trabajo tiene que ser directamente con todos los ciudadanos porque lo que ha fallado también es la brecha que existe entre la política y los ciudadanos”.
En ese sentido, al aspirante presidencial consideró que la gente busca un cambio ante la corrupción e impunidad que prevalece en el país, el manejo irresponsable de la economía y la falta de sensibilidad de una Administración que pudo evitar el gasolinazo.
Ante dicho contexto, aseguró: "Cuando Felipe y yo caminamos, nos dicen 'los extrañamos' y yo me acuerdo de ustedes, allá afuera los extrañan, México los extraña".
Asimismo, Zavala se pronunció por reducir el financiamiento a los partidos políticos porque, aseguró, “la democracia no debe salir tan cara a los ciudadanos".
También consideró que el Ejército debe regresar a los cuarteles, pero con dignidad y no por la puerta trasera.