“Time is money.”
EXPRESIÓN ANGLOSAJONA
“El poder no concede nada sin una demanda. Nunca lo hizo y nunca lo hará.”
FREDERICK DOUGLASS
¡Ya basta! Ya basta de la cobardía del presidente. Porque eso es lo que el mandatario es: un vil cobarde. A los criminales los trata de “usted” y de “señor” y a una señora que se ha dedicado a mostrar la corrupción de diversas autoridades durante distintos sexenios, con ella se ensaña, abusa, llegando al delito de mostrar datos que solo deben ser conocidos por el SAT. Andrés Manuel es un prepotente; un delincuente.
No le importa que el revelar los datos declarados a Hacienda por María Amparo Casar sea un delito. Se sabe, para él las instituciones al carajo y que no le digan que la ley es la ley.
Datos, por cierto, que nada tienen de irregular. En orden están; declaraciones hechas en tiempo y forma. Vaya, en este caso el Ejecutivo federal ni siquiera puede argumentar que hay corrupción tras transparentarla puesto que declarar ante el SAT con todas la de la ley nada tiene de corrupto; ¡todo lo contrario!
Resulta que para López Obrador es un delito declarar en el SAT lo que uno tiene de ingresos; para él es mejor pasar más de 18 años sin declarar ingresos (ni siquiera por lo que a las regalías de los libros que fueron publicados bajo su nombre y que él no escribió) y así, nadie puede señalar la incongruencia de vivir sin trabajo ni beneficio por una veintena de años.
Pero aquí de lo que se trata es seguir hurgando en la vida de Casar y continuar exponiéndola para que sus fieles creyentes la ataquen a ella, a MCCI y a la oposición de forma ilegal, arbitraria, electorera, abusiva.
López Obrador sabe muy bien que él es un consumado delincuente. Sin embargo, el tiempo apremia pues su fuero presidencial está por terminar. Su tiempo formal en la Presidencia se acaba y cuando eso suceda tanto María Amparo Casar como todos los que hemos sido vilipendiados, vituperados, perseguidos y señalados falsamente desde la mañanera o en manos de toda una ralea de abusivos funcionarios podrán ser demandados a él y a ellos. El tiempo de llamarlos a cuentas se acerca, ¡cómo debe de ser!
Específicamente, María Amparo Casar no debe, no puede, dejar de demandarlos por múltiples ilícitos, incluido el revelar datos que están o deberían estar protegidos. En este rubro, también tendrá que demandar a quien resulte responsable del SAT por filtrar documentos confidenciales.
Es menester que lo demande. Pero no solo ella, es momento también de empezar a gestionar demandas colectivas contra él por diversas cuestiones. Que en el instante en que deje el cargo —aunque primero está por verse que lo deje— le falte tiempo, recursos, energías y apoyos para atender una avalancha de denuncias.
Desde los familiares de los muertos por Covid —sí, demandas de cientos de miles de familias que perdieron a un familiar por culpa de un gobierno criminal y una política de salud comandada por él, por López Obrador—. Pasando por las también miles y miles de madres buscadoras; que lo demanden por falsedad de testimonio y por negligencia criminal (¿o ya olvidamos que borraron a miles y miles de la lista oficial de desaparecidos?). Por los padres de los niños con cáncer y cualquier enfermo/familiar de quienes empeoraron su condición de vida por falta de medicamentos, por falta de atención médica pública, por falta de tratamientos, cuando es obligación del Estado brindarlos no importando el esquema —o falta de— de cobertura de servicios de salud.
Demandarlo porque prometió Dinamarca y los dejó con un palmo de narices, sin Seguro Popular ni INSABI ni IMSS Bienestar ni medicamentos en las farmacias. Por parte de todos los periodistas que maltrató y de los que abusó en sus mañaneras. Por todos quienes de una forma u otra divulgó sus datos personales, asunto penado por ley.
También por los padres de Ayotzinapa, a quienes usó en toda su campaña y una vez que llegó al poder los descartó.
López Obrador se presenta como valeroso. De eso no tiene nada. Él —y todos los que lo secundan metiéndose con una mujer— son unos despreciables cobardes. Tan cobarde que ya puso nuevamente a la FGR a hacer su trabajo sucio: fabricar una investigación para encontrar algo, lo que sea, para ir penalmente en contra de ella. Este régimen corrupto ya inventará un crimen, como lo hicieron en el caso de Alejandra Cuevas, para intentar conseguir su cometido.
Este gobierno que se dice feminista se mete con mujeres inocentes...
A este sexenio le quedan meses. López Obrador sabe lo que le espera descobijado; ¿ahora entienden por qué hará todo lo posible por mantenerse en el poder? Tan pronto deje la Silla del Águila ¡hasta los estadounidenses buscarán fincarle responsabilidades! (empezando porque aceptó públicamente que él ordenó la liberación de El Chapito).
El tiempo apremia. Para preparar demandas contra el hoy mandatario mexicano también.