En un contexto mundial donde existe una tendencia a la radicalización, tanto de los extremistas de derecha como de gobiernos populistas, las elecciones intermedias en Estados Unidos representaban un parteaguas, el mismo Joe Biden lo consignó: “la democracia está en juego”.

Afortunadamente los resultados de las votaciones representan un franco alivio frente a radicalismos irracionales y dan paso a expectativas democráticas para México y el resto del mundo, todo porque, en una de las democracias más avanzadas, los estadounidenses salieron a las urnas y se sacudieron los radicalismos.

No ganó Trump

Mucho se hablará de quien ganó o quien perdió, si bien es cierto que Biden y los demócratas no ganaron, lograron mantenerse y los republicanos tampoco obtuvieron el triunfo, pero lo que sí se puede afirmar es que Donald Trump, el mayor radical ultraderechista perdió, y con él la influencia que ejercía en Estados Unidos y en diversos gobiernos como el de México con su amigo AMLO, Brasil de Bolsonaro, Argentina de Fernández, Turquía de Erdoğano, Rusia de Putin.

La elección intermedia de Estados Unidos estuvo precedida por las acciones violentas impulsadas por Trump cuando intentó desconocer el triunfo de Joe Biden en 2020 y la toma violenta del Capitolio para tratar de evitar que rindiera protesta el candidato demócrata, en lo que fue una franca falta de respeto a las instituciones que aún representaba.

¿Qué afectó?

Cabe resaltar que todo ocurrió en el contexto de la pandemia de Covid-19 que generó afectaciones a la economía norteamericana y la del resto del mundo, aunado a guerra comercial con China y, posteriormente, por la invasión de Rusia a Ucrania, así como por la llegada de gobiernos ultraderechistas y populistas en países que se alineaban en parte a las políticas propuestas por Trump.

Sin embargo, el pasado martes los votantes dijeron no al radicalismo y la mayoría de los candidatos republicanos apoyados por Trump perdieron, mientras otros, que buscan la nominación presidencial y ejercen un liderazgo muy distinto al del expresidente, ganaron y se fortalecieron.

No será Trump

Para el analista Luis Estrada, la influencia de Donald Trump perjudicó más de lo que benefició a los candidatos Republicanos. En elecciones de gobernadores, Senado y la cámara de representantes, las y los candidatos más radicales perdieron, mientras, quienes se alejaron de las falsas afirmaciones de fraude en 2022, ganaron por amplio margen a los demócratas. Esta opinión se repitió en muchos de los programas de análisis en Estados Unidos como CNN y en diversos editoriales.

Otros analistas compararon los resultados con los que en su momento obtuvieron Clinton, quien perdió 56 asientos en el Congreso y Obama, 63 y aun así lograron la reelección. Se podría decir que Biden ganó, pero, en realidad los rotundos perdedores fueron los radicalismos ultraderechistas y el populismo.

Otro factor para destacar es la forma en que Donald Trump cayó como pilar de la fuerza republicana para abrir paso a nuevos y fuertes liderazgos como el de Ron De Santis, gobernador de Florida que fue reelecto por una amplia mayoría y de paso aplanó el camino para lograr la candidatura republicana a la Casa Blanca, misma que de consolidarse, dejaría fuera de la jugada al expresidente.

Cabe destacar que en las 36 gubernaturas que se disputaron, los demócratas mantuvieron una posición de respeto a la diversidad y la inclusión, muy contrario al radicalismo trumpiano. Gracias a ello el demócrata Wes Moore se convertirá en el primer gobernador de color en Maryland y en Massachusetts; su correligionaria Maura Healey, hasta ahora fiscal general del Estado, será la primera gobernadora no binaria electa, además de la también demócrata, Tik tokerks en Oregón; y, por otro lado, la elección de Healey y de su compañera de fórmula Kim Driscoll, como vicegobernadora en Massachusetts, también marca la primera vez en que un Estado elige a dos mujeres para ocupar esos cargos.

Al final el mensaje es claro, los radicalismos, sean de ultra derecha o populistas, pierden influencia y retoma terreno la democracia. Por eso repetimos más que nunca: el INE no se toca.

Twitter: @diaz_manuel