Están sin resolver miles y miles de feminicidios… carpetas amontonadas una sobre otra, de manera fría y cruel por los ministerios públicos, por los gobiernos estatales y el federal, todas olvidadas; un caso reemplaza a otro y así siguen acumulándose, investigando a medias o dejando en libertad a los criminales porque las investigaciones están a modo o mal elaboradas. Las vidas se convierten en carpetas… además hay miles de mujeres desaparecidas cuyas madres infatigables las siguen buscando con media vida muerta.

Siniestra impunidad

Libre quedó el abusador sexual de una niña de cuatro años. El juez Alejandro Martínez Vitela dicta la absolución del maldito abusador porque la menor no supo decir la hora y el lugar en que fue violentada… ¿Cómo carajos va a saber una niña de esa edad el lugar y la hora en la que fue sometida, horrorizada? La vida de esta pequeña está ya hecha pedazos, su seguridad e integridad fueron pulverizadas aunque tal vez todavía sea incapaz de comprenderlo. Mientras, la impunidad deja suelto al abusador para que continúe destrozando vidas

Estos perversos tienen el camino libre y lo saben; abusan, para después violar y matar. ¿Qué habría hecho este insensible juez si hubiese sido su hija? ¿Cuánto le habrán dado para dejar libre a este infeliz?

¿Dónde está la justicia? ¿Dónde quedaron los derechos de la niña? Y así, miles de casos… pero no fuese la hija de un funcionario o de algún empresario porque de inmediato se da con los o el culpable. La gente de a pie, ¿somos nada? Al parecer sí. Así como Debanhi, Ariadna Fernanda, Blanca, Nayeli….

El “presunto” asesino serial de Iztacalco ¿a cuántas mató? ¿Durante cuántos años cometió esas atrocidades con la mayor libertad? Este infeliz entró a la casa de María José para atacarla sexualmente y después apuñalarla. Casandra, su mamá, trató de defender a su hija, pero no pudo con la fuerza de esta bestia a quien también apuñaló con saña.

Arriba de estos departamentos vivía este criminal. En cuya casa se encontraron restos óseos y material quirúrgico. ¿Ya nos hemos acostumbrado a estas escenas de terror? Además de los restos y de los cráneos humanos había sangre y las identificaciones de varias mujeres reportadas como desaparecidas… ¡Sí! ¡Reportadas como desaparecidas! ¿Cuánto tiempo las buscaron? ¿Acaso lo hicieron?

¡Son tantas! ¿Para qué buscarlas?

Fuerte indignación siento. La maldita impunidad les deja libre el camino a todos estos feminicidas; la falta de interés de las autoridades permite que esta violencia hacia las mujeres siga. De ninguna manera olvido a todos los niños, jóvenes y hombres que también han desaparecido y que nadie busca, nadie, solo sus familiares que recorren cientos de kilómetros para cavar miles de fosas clandestinas y encontrar a muchos que no son sus hijos o hijas, puros restos que por el tiempo, tal vez ya jamás se puedan identificar. ¿Y las autoridades? Ni siquiera protegen a las madres buscadoras, no se compadecen del dolor que traen a cuestas bajo ese sol inclemente. Han perdido el miedo… ¿Después de perder a un hijo qué le queda a un padre o a una madre? Nada. Solo el terror de la búsqueda. Además fija habrán de tener en la mente la última imagen de verlo o verla cruzar el umbral de la puerta, sin imaginar nunca que jamás volverá…  ¿No nos conmueve esto? ¿Tenemos la fibras ya tiesas y muertas? ¿La sangre coagulada?

Después de la captura de este infeliz, Miguel Cortés, ahora sí, hay fuentes que señalan que por lo menos están en “revisión” siete carpetas de investigación por desapariciones, una de ellas, la de Frida Lima Rivera quien fuera pareja de este engendro.

Frida Sofía desapareció hace nueve años. ¡Nueve años! La reportaron sus familiares, se hizo la ficha de búsqueda, con sus señas particulares, para que como en la mayoría de los casos se cierre la investigación que tal vez ni siquiera comenzó. “¡Tal vez se fue por ahí!” “¿Quién la manda a andar sola a esas horas y además vestida así?” En fin, otra más… ¡Qué carajos importa!

Frida desapareció el 7 de febrero de 2015, bajo circunstancias que aún se desconocen… después de casi una década no se sabe qué pasó con ella. ¿Cómo habrá de saberse si a las fiscalías les vale madres que otra mujer desaparezca?

Frida fue vista por última vez en la colonia Granjas México, en la delegación Iztacalco. Tenían todos su datos… ¿Quién carajos la buscó? A este feminicida se le relaciona con Frida. Ella llegó desde Tlacotepec, Puebla, para estudiar en el Instituto Politécnico Nacional, donde habría tenido la desgracia de toparse con este criminal.

Pasaron nueve años desde la desaparición de Frida. ¿Cuántas más fueron violadas y asesinadas por este sujeto? Tal vez veinte… Si las autoridades hubiesen buscado a Frida Sofía, ¿cuántas vidas se habrían salvado?

Miguel Cortés, un químico, al que los vecinos describen como un hombre callado y reservado. Jamás imaginaron los vecinos que cada mañana o cada tarde se topaban con un asesino serial. Ninguno sospechó que arriba de su departamento un ente  mataba y violaba mujeres mientras ellos comían o veían la televisión, que allá arriba el asesino descuartizaba a su víctima… nadie imaginó que ahí a unos cuantos pasos de sus puertas, este engendro conservaba cinco cráneos y restos humanos, credenciales de sus víctimas, y una libreta en la que llevaba el control y detalle de cada asesinato, del procedimiento…

Nadie imaginó nada… los psicópatas se resguardan para que nadie se dé cuenta de su manera de ser.

¿Estamos acostumbrados ya a estas barbaries?¿Somos acaso iguales que estos asesinos? Cientos de jóvenes asesinadas o desaparecidas. ¿Ya pasamos la hoja olvidándonos de ellas en tan solo un segundo? ¿Se nos ha enfriado o congelado la sangre? ¿No nos damos cuenta que esta falta de sensibilidad nos vuelve cómplices?

Si nosotros no cambiamos, si como sociedad no recuperamos la empatía, esta violencia irá en incremento. ¿La indiferencia nos convierte en “siniestros”?