Los festejos del Bicentenario de Independencia de México han

iniciado desde el año pasado. No para la población, sino para el gobierno federal

y su pandilla. ¿Porqué su pandilla? Porque son para los familiares de los

comisionados y los mismos comisionados los que se reparten el botín. Las fugas

de dinero que hay son impresionantes. Vamos, estamos cayendo en la vieja

política romana.

La inauguración del Coliseo Romano se realizó mediante la

celebración de unos festejos que duraron cien días en los que murieron cerca de

dos mil gladiadores.

Acá no tenemos gladiadores, pero tenemos narcotráfico.

Aunque la cifra varía, se habla de 28,000 personas que han perdido la vida

desde que el presidente espurio Felipe Calderónencaró una lucha contra el narcotráficoen diciembre de 2006.

No somos Roma. Pero el festejo del Bicentenario se asemeja

tanto al derroche, al circo para distraer el pueblo de lo que realmente está

sucediendo en el país.

Hasta la fecha,

el costo por las celebraciones del Bicentenario asciende a 2.900 millones de

pesos (unos 226 millones de dólares), según cifras del gobierno federal,

mientras que los datos de 2008 --los más recientes disponibles-- apuntan a que en

el país viven 50,6 millones de personas en condiciones depobreza.

Pero eso no importa para el gobierno federal. Los pobres son

punto y aparte. La idea es festejar que somos independientes. Que nos

independizamos de España. El terrorismo, la guerra de Calderón (que ya perdió)

en contra del narcotráfico, la inseguridad, los crímenes políticos, los

secuestros, la impunidad, todos nuestros muertos inocentes, todo eso no

importa, porque el gobierno federal prefiere usar 2.900 millones de pesos en

festejar que somos independientes mientras millones de mexicanos sufren, en un

país que se tiñe de rojo ante la violencia con la que el gobierno federal

intenta legitimarse en sus grotescos intentos con miras a las elecciones del

2012.

¿Y dónde está el Jefe Diego?

Cada quien festeja como puede ¿Verdad Felipe?

@M2ATK en Twitter.