La calle está llena de vendedores de
banderitas y suvenires alusivos a los festejos del Bicentenario. Reforma está
cerrada. Felipe Calderón desea "Feliz Bicentenario a todos" desde su cuenta
verificada de Twitter. El despilfarro del gobierno federal para estos festejos
es evidente. Feliz Bicentenario a todos. Hace unos días se dio a conocer otra
foto del Jefe Diego en su absurdo cautiverio. Una carta de sus plagiarios llena
de sarcasmos. Informan que su familia lo ha abandonado. Ya no es impactante la
noticia. Apenas unos cuántos medios publicaron la nota. La televisión nacional
no informa. En las aceras corren niños con la cara ya pintada con los colores
de la bandera. Los templetes están montados. La feria, le verbena.
Ahora sabemos que la captura de "La Barbie"
fue por "accidente". No como lo dijeron en conferencia: "Un trabajo de
inteligencia por parte de la Policía Federal". Feliz Bicentenario a todos, dice
Felipe Calderón. Miembros de inteligencia y escuadrones antibombas revisando
las instalaciones del Metro Zócalo. Se enrarece el ambiente. Después de que las
cifras de gastos ascienden a 2,900 millones de pesos (según el gobierno
federal) y la cifra de muertos asciende a 28,000, claro que tendremos un Feliz
Bicentenario a todos.
Somos ya la sociedad de lo absurdo. El
ejército patrullando las calles. Los operativos en la calle se intensifican. Te
recomiendan no entrar al Centro Histórico de la ciudad de México con mochilas,
ni con objetos de valor. ¿Por qué? Porque hay miedo.
Ya empiezan a vender pambazos,
quesadillas, buñuelos. La gente
está de prisa. Hacen compras (los que pueden). México está de fiesta. Aún no
aparece el Jefe Diego. ¿Aparecerá vivo? Felipe Calderón se acomoda la corbata.
Sabe que será un día largo. Saldrá con su cara sonriente. Dará el grito con su
familia como marco de una imagen surrealista. Después la toma de la cámara hará
un paneo en los fuegos artificiales. Hará ver grande el evento. Pan y circo
para el pueblo. Cantantes populares llenarán "de magia" a las multitures. Aleks
Syntek cantará su aberrante canción: "El futuro es milenario, Shalalá,
etc." Felipe Calderón sonreirá.
Los muertos no festejan, ya están muertos, y
no es el día de muertos. Los muertos muertos están y son sólo daños colaterales.
Los muertos inocentes ¿Qué importa? Llos daños colaterales no entran en el
festejo. La burocracia cierra sus carpetas hasta el próximo lunes. Es el puente
festivo más largo del año. 200 años de ser libres. Las balaceras y los muertos,
los enfrentamientos, los carteles, los zetas, hoy no son noticia. Hoy lo único
que importa es festejar. Feliz Bicentenario a todos. El futuro es milenario.
Las familias empobrecidas, los
desempleados, el pánico, el terror, la injusticia, la corrupción, los
narcomensajes, los autos bomba, los secuestros, los secuestradores, la guerra
política, la guerra de Felipe Calderón, el estado fallido, la inflación, la
intolerancia, la iglesia política, las violaciones, la inseguridad, todo, es
parte de los festejos del Bicentenario. 2,900 millones de pesos despilfarrados
mientras el 40% de la población vive en la miseria extrema. 28,000 muertos pero
Feliz Bicentenario a todos, dice Felipe Calderón, mientras detrás de su nuca,
el país se derrumba.
@M2ATK en Twitter.