No me sorprende enterarme que el

diminuto luchador norteamericano Rey Mysterio Jr. haya resultado

positivo en un examen de doping y que por esto sea suspendido durante

30 días (claro está, después de grabar un último episodio de sus

aventuras televisivas, en ese “deporte” estadounidense que es la

WWE, el espectáculo es lo primero). Ser el luchador más pequeño de

un espectáculo que cuenta con verdaderos monstruos de físico

alterado por anabólicos, esteroides y hormonas del crecimiento como

son “RAW” y “Smackdown!” debe ser difícil. Llevar a cabo la

farsa de “ganar” un campeonato de pesos pesados a un monigote

musculoso como Kurt Angle que supera groseramente en físico y

corpulencia al menudito luchador también conocido como Oscar

Gutiérrez, también.

El nombre de Rey Mysterio Jr. ya había

sido mencionado en un reportaje de la revista Sports Illustrated en

2007 por el uso de Nandrolona, Estanozolol y Hormona del Crecimiento

Humano, específicamente en relación con el Doctor Phil Astin III ,

mismo que proporcionó dichas sustancias al fallecido luchador Chris

Benoit.

Personalmente no me gusta la lucha

libre norteamericana, y con noticias como esta, menos. Para desgracia

de quienes disfrutábamos en nuestra infancia de la acrobacia y

agilidad de la lucha libre mexicana, este tipo de prácticas de

obsesión narcisista y homoerótica con el físico más que con la

habilidad luchística, comienza ya a dominar al “pancracio” de

nuestro país.

No cabe duda que para llegar a donde

está, Rey Mysterio Jr. tuvo que usar “truco”. No existe otra

explicación lógica.

beamsdp@gmail.com