Escucho y vuelvo escuchar el fiasco violento en el que desencadenó el torpe intento de la locutora Yuriria Sierra (http://twitter.com/yuririaSierra) de capitalizar, en búsqueda de rating, el auge que ha tenido Twitter en los medios mexicanos a últimas fechas inventando un debate entre los legisladores Gerardo Fernández Noroña, Javier Corral y Carlos Flores Rico y twitteros, y por más que busco motivos que justifiquen la expulsión violenta del ciudadano Óscar A. García (http://twitter.com/robot2XL/)de las instalaciones de Grupo Imagen, propiedad de Olegario Vázquez Raña, no los encuentro por ningún lado.

Óscar García se autodefine como un ciudadano que ejerce la crítica a la cultura y como tal ha cuestionado mediante Twitter, con mordacidad e insistencia, a personajes como León Krauze, Alejandro Pisanty e incluso al que esto escribe y al medio en donde llevo a cabo mi labor periodística, SDP Noticias. A pesar de que en muchas ocasiones no comparto sus opiniones, ni sus métodos, debo reconocerle que sus cuestionamientos nunca pasan más allá del ámbito ideológico y político, sin caer en agresiones o en insultos personales que pudieran ser definidos como actitudes "porriles".

El "crimen de pensamiento" que ameritó la expulsión del edén radiofónico del patrón de Yuriria Sierra, Don Olegario Vázquez Raña, fue simplemente la mención de Óscar de un adeudo al fisco de una de las empresas del dueño de Grupo Imagen, cantidad que ascendería a más de 1300 millones de pesos. Esta afirmación, en el contexto del hartazgo por el aumento del IVA de 12 a 16% de una década a otra, fue lo que provocó los ladridos histéricos (http://www.youtube.com/watch?v=Y1S8mUQVF7c) de la abnegada empleada Yuriria, quien -quizá temblando de miedo ante la posibilidad de perder su bien remunerado empleo- instó a Óscar a "presentar pruebas", siendo que este mismo se refería al artículo publicado en La Jornadapor Carlos Fernández Vega apenas el 3 de Noviembre, el cual no permitieron que presentara por que inmediatamente se mandó a corte, irónicamente a una nota relacionada con Felipe Calderón Hinojosa.

Lo que ocurrió a continuación, fue relatado en tiempo real desde el Twitter de Óscar García:

"me estan golpeando"

"Me aventaron ya a la calle tengo golpes"

"entre 5 gorilas me lastimaron el brazo"

"Estoy en casa voy a ir ahora a un hospital para que me revisen y a levantar una denuncia"

"Gerardo Fernández Noroña no salió a defenderme pese a que vió como me llevaron entre 5 gorilas"

"Yuriria Sierra se encabronó y en el corte comenzó a gritar como loca: "¡Quien puta madre dejó entrar a este pendejo!""

"declarando ya en la delegacion"

"Ya levanté la denuncia contra Grupo Imagen y Yuriria Sierra"

"La averiguación previa es la FMH/MH/4T1/1824/09-11 Me revisó ya el médico legista y quedó constancia de agresión física. Mañana más examenes"

"Ayer olvidé decir que los gorilas de Yuriria Sierra me amenazaron con sembrarme algo para acusareme "fácilmente de haber robado algo""

"Querian quitarme identificaciones y obligarme a darles todo lo que traia en las bolsas. Dijeron: "Revisen que no tenga cámara ni grabadora""

Huelga decir que tras la expulsión forzosa de Óscar del falso "debate", aquello degeneró en una auténtica orgía de verdadero sexo oral mediático entre legisladores y conductora, en donde las culpas y responsabilidades por la aprobación del incremento al IVA y a otros impuestos fueron malabareadas por los legisladores en cuestión con más habilidad que la de un artista del Circo Atayde.

Así es un amplio sector del poder legislativo en México, cínico, hipócrita y miedoso ante el auge de nuevos medios informativos ciudadanos que escapan más allá de su control y de su chayote.

Así son gran parte de los paladines de la información como Yuriria Sierra, violentos, intransigentes, verdaderos perros de presa que no escatiman flexionar sus músculos para defender hasta la última mordida a sus patrones ricachones y poderosos que no pagan ni pagarán jamás impuestos como nosotros, el resto de los mortales.

Y por último, así somos el grueso de los ciudadanos para los poderes bicéfalos del gobierno y medios, no-personas desechables y fáciles de aplastar en el momento en que nos salimos de la línea indicada por los poderes fácticos.

Óscar García no provocó, no insultó, no mintió, ni siquiera levantó la voz en su intervención en el abortivo debate de Yuriria Sierra. Por ende, no merecía de ninguna manera ser agredido físicamente por los gorilas a sueldo de Don Olegario, a pesar de los enjuagues mentales y giros que se le quieran dar a la actuación del twittero anoche en la radio.

¿Recuerdan la indignación y escándalos que se han desatado cuando se ha utilizado la fuerza bruta para acallar a blogueros y twitteros en otros países? Ya estamos ahí, señores. Ya estamos ahí.

beamsdp@gmail.com