Durante la gesta de la Independencia muchos
hombres valerosos arriesgaron sus vidas en la búsqueda de un futuro diferente
para su nación, sin embargo, ellos no lucharon solos porque a su lado
estuvieron muchas mujeres valientes que también se arriesgaron y participaron
de manera entusiasta en las batallas sin importar los riesgos ni sacrificios
que esto implicaría, ellas simplemente estaban hartas de las injusticias y
sabían que era urgente hacer un cambio, el no atreverse hacerlo hubiera sido
una postura cómoda y ellas no iban a permanecer pasivas.
Existen muy pocos estudios acerca
de estas mujeres, parece ser que la ausencia de fuentes ha dificultado que se
pueda seguir su rastro, no hay mucha precisión en sus verdaderos nombres o
apodos, no existen registros de fechas de nacimiento o muerte, las vidas de algunas
de ellas oscilan entre el mito o la leyenda, conozcámoslas.
María Guadalupe , La Rompedora
Fue una mujer indígena originaria
del pueblo de San Vicente Cuautepec, Chalco. Ella se encargaba de comunicar a
las fuerzas insurgentes los pasos que daban los realistas en aquella región,
les avisaba los planes de batalla pues era una espía que ayudó a los rebeldes.
A María Guadalupe la apodaban como
la
Rompedora
laRompedora, ella con sus propios recursos se trasladaba
de un lugar a otro, aparentaba ser una mujer callada, discreta y por su apariencia sencilla y humilde no
despertaba sospechas. Los rumores de la conducta de esta mujer quien era una
eficaz portadora de noticias llegaron al Gobernador quien de inmediato ordenó
su aprehensión, acusándola además de que colaboraba con un insurgente llamado
José Zapotla, el supuesto plan que tenían era derrocar al alcalde de su pueblo,
saquearan su casa y colgarlo porque estaban molestos por los constantes abusos
de esta autoridad.
Pero, afortunadamente para María
Guadalupe esto no pudo demostrarse, no podían siquiera darle un castigo
corporal como azotarla públicamente por su conducta sediciosa y tenían que
dejarla en libertad, pero el licenciado Neira, el Subdelegado de Chalco tuvo
miedo de que su liberación trajera consecuencias para el pueblo porque no hubo
ningún escarnio público, así que decidió que la llevaran a la capital de la Nueva España para que la
juzgaran, pasaron años para que la encontraran verdaderamente culpable de mala
conducta pero como jamás pudieron demostrarle nada, el 21 de marzo de 1815 le
concedieron la libertad por orden del oidor Bataller, después de este
acontecimiento se pierde su rastro.
La Serrana de DoloresDe esta mujer no se conoce nisiquiera su verdadero nombre, su participación en la Independencia deMéxico se diluye entre la historia y el mito, se dice que ella fue quien ofreció su apoyo incondicional al GeneralGuerrero dándole todo lo que ella poseía.La Serrana de Doloresvivía en la sierra de Dolores. El General Guerrero sufrióuna derrota en la Batalla de Cóporo, él tuvoque escapar e iba seguido de cerca por las fuerzas realistas, mientras elvagaba sin rumbo se topó con una mujer quien lo reconoció como soldadoinsurgente y como ella simpatizaba con la causaenseguida lo llevó a su casa, lo aseó, vistió y alimentó. Sacó de unescondite un arcabuz y un cuchillo viejo, le dio dos arrobas de balas, pólvoray con un entusiasmo patriótico se los entregó para que él pudiera continuar consu camino, él conmovido hasta las lágrimas por este noble acto, pudo emprenderde nuevo su camino.Carmen de las Piedras ElíasNació en Zacatecas, se desconocela fecha y donde vio la primera luz fueen la hacienda de Tlacotes que era propiedad de su familia. Se dice que un díapasaban por ahí el General Insurgente José María Rayón y su tropa, quienes eranperseguidos por el sanguinario Calleja, jefe del Ejército Realista, cuando doñaCarmen Piedras Elías supo que el General Rayón estaba en su propiedad lo hizopasar enseguida y le brindó su apoyo, ella lo protegió y albergó en suhacienda, un peón le avisó que Calleja andaba cerca y se le ocurrió que podríaayudar al General Rayón de la siguiente manera: como su hacienda era sitio depaso obligado hospedaría a Calleja en su hacienda, justo en una recámara endonde almacenaba pólvora, cuando él estuviera durmiendo, ella misma entraría ala habitación y encendería el explosivo, aunque en ello se le fuera la vida.El General Rayón quedó asombradode la entrega de esta valiente mujer en aquellos días aciagos, él quedóconmovido simplemente por la sugerencia de ella de realizar semejantesacrificio por su patria y le suplicó que no actuara de semejante manera puessu vida era valiosa. Aunque desilusionada, ella lo comprendió pero como sabíaque Calleja andaba cerca, ofreció al General alimentar a toda la tropa,mientras comían fue por todos sus caballos y burros, además de las provisionescon las que contaba para apoyar a los Insurgentes, mientras los apuraba paraque se marcharan porque temía que pudieran ser alcanzados por Calleja.Por este acto de valentía ygenerosidad, doña carmen de la Piedra Elías pasó a la historia.Micaela Montes de AllendeEra originaria de la Muy noble y muy leal ciudad deMéxico, nació en el año de 1760. Fue la esposa de don Domingo Allende quien fueuno de los más valeroso caudillos durante la contienda bélica que buscaba la Independencia deMéxico. Ella no dejó solo a su esposo y se marchó con él a la batalla,asistiéndolo en acciones de guerra luchando con la valentía de un guerrero.Cuando vino la derrota de Acatita de Baján, él falleció a manos de los realistas,parece que ella, a pesar de la infinita pena que la embargaba, continuó luchandopero su rastro se perdió en el tiempo.María Fermina de RiveraFue la esposa del Coronel José MaríaRivera quien murió fusilado en el Cerro de Chichicualco en 1821. Ella loacompañó en la batalla, cabalgando con un fusil y enfrentando con ferocidad yvalentía a las tropas realistas sin mostrar signos de cobardía o debilidad quetan erróneamente han atribuido al sexo femenino.Fue un verdadero ejemplo a la Insurgencia y unfuerte soporte para los soldados extenuados que querían rendirse ante lacruenta realidad de las batallas, ella siempre los impulsaba a que continuaranen la lucha sin bajar la guardia y lo hacía poniéndoles el ejemplo pues nopodía exigir a otros aquello que ella misma era incapaz de realizar.Por orden del Emperador Agustín deIturbide le concedieron una pensión de quince pesos mensuales por suparticipación en la guerra pero esto a ella le pareció un insulto porque elpago no correspondía a toda su entrega y esfuerzo, decidió entonces renunciar ala pensión porque era preferible vivir con dignidad a recibir una limosna, ellase quedó sola, reviviendo las gestas heroicas en su memoria, quedó en lamiseria y murió en medio de mucho sufrimiento.María Josefa MartínezSolamente se sabe que eraoriginaria de Colima pero se desconoce la fecha. Fue una mujer aguerrida quiencabalgó al lado de su esposo el insurgente Miguel Montiel y luchó hombro conhombro en las batallas, su espíritu guerrero estaba tan desarrollado que llegóa comandar una partida de rebeldes.La aprehendieron cerca del Volcánde Fuego y la condenaron a morir con el pelotón de fusilamiento pero antes devendarle los ojos, descubrieron que se trataba de una mujer y le salvaron lavida cambiándole la sentencia de muerte por la cadena perpetua.Rafaela López Aguado de RayónValerosa mujer de templeespartano. Ella simpatizó con la causa insurgente y aceptó estoicamente que sushijos se unieran a la guerra, incluso los animó a que participaran en lasbatallas. El mayor de sus hijos fue apresado por las fuerzas realistas, Ramón,el segundo de sus vástagos defendió la fortaleza de Cóporo, Michoacán e impidióque los españoles se acercaran al sitio y en la defensa se le fue la vida. Su tercervástago cayó también prisionero y ella lo acompañó a su fusilamiento con muchaserenidad y orgullo, ahí ante la incredulidad de los soldados enemigos declaróque le daba orgullo que sus tres hijos hubieran muerto por la patria y que ella"Se felicitaba por tan noble aportación.Marcela, Madre de los DesvalidosFue un eficiente correo de lasfuerzas insurgentes, ella les llevaba noticias, encargos y pequeños paquetesrecorriendo sin cesar León, Silao y Puerto Espino que era el sitio en dondeubicó su cuartel don Ignacio Rayón.Lo más notable es que ya no setrataba de una mujer joven sino de una anciana ya entrada en años, todos losque la conocieron resaltaban su valentía y patriotismo, era generosa y siempre animaba a los rebeldespara continuar con la lucha, por su entrega la llamaban Madre de los Desvalidos.Ana GarcíaSe ignora fecha y lugar denacimiento, el único dato preciso es que era la esposa de don José FélixTrespalacios quien fue un declarado defensor de la causa insurgente durante muchosaños, ella, además de cuidarlo con abnegación lo acompañó en las batallas.Cuando cayeron a manos de lastropas realistas ella fue asesinada porque prefirió la muerte antes que delatarel lugar en que su esposo y los demás rebeldes estaban escondidos, ellaprefirió la muerte antes que la traición a su ser amado y a sus ideales.Las hermanas GonzálezSe desconocen sus nombres de pila,solamente se sabe que fueron unas mujeres solteras y acaudaladas que decidieronderrumbar su casa, vender los objetos que poseían para unirse a la causa de la Independencia,dándole su fuerza y dinero, participando valientemente en las batallas. Sedesconoce también cuántas eran y cuándo murieron pero se sabe de su existenciaporque las citan algunas fuentes.María Josefa Yermo de YermoNació en 1760 en la hacienda deSan Gabriel, hoy estado de Morelos. Contrajo nupcias con su primo José JoaquínYermo, un hombre que gozaba de enorme caudal. Cuando nació su primer hijohicieron gala de su gran generosidad y le regalaron la libertad a 500esclavos negros que tenían en sushaciendas. Cuando compraron una segunda hacienda la de Jalmolonga, liberaron a200 más, poniendo como ejemplo que la esclavitud era algo malo, inspirandoprobablemente con este acto generoso al cura Hidalgo para decidirse a abolir laesclavitud, curiosamente, los esclavos libertos no se fueron porque estaban tanacostumbrados al sometimiento que prefirieron permanecer ahí antes queenfrentar la libertad.Como hemos visto, fueron muchaslas mujeres que pusieron su granito de arena en la lucha por la Independencia,aunque a la distancia algunos hechos podrían parecernos actos baladíubicándolos dentro de su contexto fueron hechos notables. Aunque durante la Guerra de la Independencia laparticipación femenina fue menor que en futuras revoluciones, es destacable supresencia porque aunque a muchas las movió el amor a su esposo lo que las llevóa las batallas, otras sacrificaron a sus hijos quienes murieron en lacontienda, para otras, fueron losideales y su capacidad de transformaciónde la dura realidad que las rodeaba su principal motor y hoy merecen que las recordemos porque ellas, aligual que las grandes heroínas también contribuyeron en la formación del paísen el que hoy habitamos y la libertad de la que gozamos.BibliografíaBarbosa, Antonio. La mujer en lasluchas por México. Editora y Distribuidora S.A. México, 1972.Zerecero, Anastacio. Memorias parala historia de las Revoluciones en México. UNAM, México, 1975, 346 p.S/Autor. Heroínas de la Independencia, Vidasoscuras de mujeres notables de México. Suplemento Literario Encuadernable de"Resumen", 16 de Septiembre de 1931.