El Consejo Estatal Electoral celebró ayer el primero de dos debates entre los aspirantes al gobierno del estado con resultados decepcionantes. La atención se la llevaron los principales punteros, el panista Guillermo Padrés Elías y el priista Alfonso Elías Serrano, ambos apodados popularmente como “los primitos” por su relación de parentesco.
El blanquiazul, con su característica arrogancia de Pepe Cortisona, trató sin éxito de arrinconar a su familiar con ataques directos, dejando en segundo plano sus propuestas y sin mostrar habilidad para desactivar los embates de sus adversarios. El tricolor hizo bien en ignorar los reclamos de su rival, pero su pésima y tediosa dicción dejó un mal sabor de boca. Además, mostró un alarmante déficit de carisma y un exceso de propuestas electoreras como una supercarretera fronteriza y el aseguramiento del suminstro de agua “para siempre” en la región sin explicar cómo lograrlo.
La oposición tampoco se salvó de hacer un mal papel. Francisco Casanova, el candidato de los socialdemócratas, no debió presentarse al debate por no ir bien preparado. La moderadora Doris Arenas lo interrumpió en varias ocasiones por excederse en sus intervenciones.
La ex diputada local del PRD (de Nueva Izquierda, para variar) Petra Santos Ortiz, también vapuleó al candidato de Acción Nacional, exhibiendo fotografías donde aparece regalando despensas. Sin embargo, sus intervenciones fueron atropelladas y mal planeadas. Aunque debo destacar su respaldo a los mineros de Cananea y su plan de microcréditos para madres solteras. Eso sí, ojalá que alguien le aconseje no hablar de sí misma en tercera persona, es un hábito bastante odioso.
El que cumplió su deber al debatir y cuestionar seriamente a sus contrincantes fue el petista Miguel Ángel Haro. Hizo bien en golpear reiteradamente a la dupla PRI-AN. A Elías Serrano lo acusó, con documentos en la mano, de emplear siete millones de pesos solicitados al gobierno de Eduardo Bours para la construcción de un centro de desarrollo infantil. A Padrés Elías, también con documentación, le cuestionó la entrega de cinco millones de pesos del erario a una empresa acuícola de la cual es socio. Su punto débil fue que abusó al referirse tanto a Andrés Manuel López Obrador y a sus programas de gobierno, a tal grado de que olvidó presentar una plataforma política propia.
¿Quién es el ganador de este encuentro? Declaro un empate entre los cinco candidatos. Ninguno me ha podido convencer, ni siquiera el obradorista, de que sean la mejor opción para gobernar Sonora. Me temo que el 5 de julio, los grandes triunfadores de la contienda serán la abstención y la maquinaria del PRI, partido que seguramente retendrá la gubernatura del estado gracias a una oposición desarticulada e inmadura. No se explica de otra forma cómo es que un candidato tan débil como Elías Serrano se mantenga tan alto en las preferencias electorales. Por mi parte, votaré por todos los candidatos del PT y Convergencia para el congreso local y federal, pero aún tengo serias dudas sobre cuál será mi opción para gobernador y presidente municipal.
El próximo y último debate entre los candidatos será el 3 de junio.