El domingo pasado la Policía Estatal de Guerrero encontró dentro de un vehículo el cadáver de un ciudadano estadounidense abatido a balazos, sobre el kilómetro 14 de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, cerca del poblado El Cerrito de Oro.

Joseph Steven Proctor, de 32 o 35 años, originario de Georgia, fue encontrado muerto con dos disparos en su brazo y antebrazo. Se encontraron junto a su cuerpoun rifle AR-15 con34 tirosútilesy dos casquillos percutidos calibre .233 milímetros. Domingo Olea, agente del Ministerio Público de Coyuca de Benítez, informó que de acuerdo a las versiones de las autoridades castrenses Proctor abrió fuego en contra de un vehículo militar que le marcó el alto mientras realizaba un patrullaje por la zona, obligando a los elementos a repeler la agresión y provocando el volcamiento del vehículo.

William Proctor, padre de Joseph, dijo no tener conocimiento de que su hijo estuviera involucrado en actividades ilícitas, que fuera propietario de un armay mostró escepticismo sobrela supuesta agresióncontra los soldados. Aseveró que su hijo sededicaba a la jardinería en Estados Unidos yestaba divorciándosede su esposa.Llevaba6 añosresidiendo en Méxicocon su novia, Liliana Gil Vargas ysu hijo. En entrevista Gil Vargas comentó que su pareja salió desde las 10 de la noche para hacer unas compras en una tienda de autoservicio ycuestionó las versiones oficiales:"Escuché que seis soldados le dispararon y el plantaron un AK-47, cuando jamás uso armas. No tenemos armas. Nunca pudo haber hecho tal cosa".

El padre mostró reservas sobre las versiones oficiales: "Lo dudo. Joseph tenía su temperamento pero nunca usaba armas... Se enojaba cuando la policía cuando la policía lo detenía para buscar mordidas". Su madre se manifestó en el mismo sentido: "He escuchado eso. Y no lo creo... necesito más información... quiero saber qué sucedió".Sin embargo, el hecho podría constituir un caso más de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército. Es inquietante que los militares no hubieran informado sobre el enfrentamiento y que haya sido una llamada anónima al 066 a las 2 de la madrugada la que reportó laubicación de la camioneta. Aunque el gobierno de Barack Obama ha mantenido un gran hermetismo sobre el tema, El Universal reportó que el consulado de Estados Unidos en México estaba presionando a los militares para que rindieran declaraciones ante el Ministerio Público.Según la Associated Press, "un funcionario de la Secretaría de la Defensa Nacional, que pidió el anonimato dijo... que el Ejército investiga los hechos y que al parecer el cuerpo del estadounidense se encontraba en el asiento del copiloto, por lo que pudo haber alguna otra persona involucrada, aunque no se localizó a nadie más en el lugar".CNN reveló más inconsistencias: "Funcionarios estadounidenses han recibido reportes contradictorios respecto a si Joseph Steven Proctor, de 32 años, le disparó primero a los militares mexicanos... Proctor murió, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, ya sea porque trató de pasar por un retén, provocando que los militares le dispararan, o porque abrió fuego al pasar por el retén y provocando que los soldados le dispararan".También resulta poco creíble que Proctor tuviera la habilidad de conducir la camioneta Windstar y accionar el arma de fuego al mismo tiempo.