Lo para nosotros es "influenza", para los diarios españoles es "gripe porcina". Supongo que ambos términos son adecuados. Por cierto, en la prensa ibérica se ha destacado el hecho de que el diario Reforma (El Norte en Monterrey, Mural en Guadalajara) anticipó en sus páginas la existencia del problema. Esto es verdad. En el rotativo del señor Alejandro Junco de la Vega -honor a quien honor merece- se realiza, a veces, y sobre todo en temas alejados de la agenda política, muy buen periodismo. Pero invariablemente sus editores todo lo echan a perder recurriendo al más lamentable amarillismo.
En el Reforma (El Norte, Mural) pretenden ahora contagiar de influenza o de gripe porcina al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. En su principal columna política y en una nota informativa ("Recibe a Obama; muere días después") han dado la primicia que, de confirmarse, alegará a la ultraderecha estadounidense, desanimará a las izquierdas internacionales y, por supuesto, terminará por desestabilizar al mundo entero.
Dice la columna política de Reforma (El Norte, Mural):
"Cuentan por ahí que, aunque la cresta de la crisis por la epidemia de influenza se dio el 13 de abril, en el gobierno decidieron no hacer olas debido a que, en tres días, llegaría al DF Barack Obama. El punto delicado es que los güeros ya tomaron nota del caso y andan preocupados y molestos por la cena que se dio en honor del mandatario estadounidense en el Museo de Antropología. Muchos recuerdan que al terminar los discursos y después de comer, Obama saludó de mano a varias decenas de invitados. ¿A poco en ese momento las autoridades mexicanas ya estaban conscientes de los alcances que podía tener el problema sanitario que ahora se ha hecho público y ha trascendido las fronteras?".
Y en su portada Reforma ha dicho: "El jueves 16 de abril, Felipe Solís, director del Museo Nacional de Antropología, recibió al Presidente Barack Obama para que recorriera la Sala Mexica, admirara el Calendario Azteca y cenara en el recinto. Este jueves pasado, una semana después de la visita, Solís falleció con un cuadro similar a la influenza. Al amanecer el viernes 17, el directivo reportó a sus colaboradores que comenzó a sentir una afección en la garganta, dolor en el pecho y otros síntomas similares a los de la influenza, pero pensó que era un resfriado. Sin embargo, el sábado tuvo que internarse en un hospital de la ciudad, donde el supuesto resfrío evolucionó en neumonía, que se agravó con un cuadro de diabetes... Los niveles de glucosa se dispararon y la neumonía no cedió, hasta que el jueves 23 falleció, clínicamente, de un paro cardiaco".
Los científicos expertos de Reforma son tan precisos: "Ortiz falleció con un cuadro similar a la influenza...". Pobre Obama, le tocaba contagiarse en Antropología. Pero, en fin, cuando el presidente de Estados Unidos amanezca mocoso, con calentura y con tos, que nadie le vaya a quitar a Reforma el mérito de haberlo anticipado.