Andrés Manuel se quejó, en una carta dirigida al director de la revista Proceso, del trato indebido que ha recibido en este semanario, otrora un paradigma de objetividad periodística y de libertad de expresión.

A AMLO, sobre todo, le molestó que la publicación fundada por Julio Scherer diera por buena una mentira de Carlos Ahumada: la de que este y Andrés Manuel se reunieron en una ocasión y en otra hablaron por teléfono.

Como el presidente legítimo de México no conoce a Ahumada, lo que, por otra parte, ha dicho en varias veces, se comprende su enojo ante la ligereza con la que Procesotrató el asunto.

Es natural que Procesoatreviese por una crisis periodística habida cuenta de que, como todos los medios impresos en el mundo, se encuentra en medio de su más seria crisis económica.

Este semanario cada día vende menos ejemplares y publicidad y cada día paga insumos más caros; ha estado exigiendo, por lo mismo, que el gobierno federal se anuncie en sus páginas.

Desde luego, es una injusticia mayor que la administración de Felipe Calderón prefiera publicar sus desplegados en revistas con mucha menor circulación, casi inexistentes, como Milenio Semanal, Letras Libresy Emeequis.

El problema es que, aparte de los problemas estéticos implícitos en la desesperada búsqueda de publicidad pagada por un gobierno claramente espurio, a Procesono le va a alcanzar con el dinero que va a recibir por esa vía.

Digo que lo va a recibir porque sobran razones para pensar que Calderón va a ordenar que se apoye a Proceso.

Pero, a menos que Calderón cometa una ilegalidad (que a él seguramente le gustaría cometer, pero en la que no puedo imaginar como cómplices a los editores de Proceso), la inversión del gobierno federal no puede ser tan grande como para eliminar la crisis financiera de la revista.

Así que Proceso, con o sin publicidad del gobierno federal, seguirá distraída buscando resolver el problema -sin solución- que enfrentan todos los medios impresos en el mundo: el de evitar una quiebra claramente inevitable.

Por esa razón, seguirá cometiendo injusticias como la que incomodó a López Obrador.