Marcelo Ebrard es el candidato de izquierda natural de El Universal, Reforma, Excélsior, Milenio, Radio Fórmula, Televisa, TV
Azteca, etcétera.
¿Qué le garantiza eso a Ebrard? El desprecio de los
verdaderos votantes de izquierda, nada más. Porque en esos medios se insulta a
diario a los millones de ciudadanos que siguen siendo leales al movimiento de
resistencia civil encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Se les insulta,
sí: se les llama, con excesiva frecuencia, fanáticos lopezobradoristas alborotadores
y desestabilizadores.
Creo que Ebrard no se ha dado cuenta del costo político que
para él representa ser tan amigo de los medios que ofenden a la gente que no ha
dejado de luchar durante los últimos tres años.
Y Ebrard tampoco parece entender que lo están usando y que
lo van a desechar en cuanto deje de ser útil los propietarios, los periodistas
y los colaboradores de esos medios, que ya eligieron: en 2012 van a apoyar a
Enrique Peña Nieto o a cualquier otro que postulara el PRI, y si este partido perdiera
fuerza, favorecerían a quien nominase el PAN.
Lo anterior significa que los medios alientan la candidatura
izquierdista de Ebrard porque lo ven objetivamente mucho menos popular que el
político más destacado con el que cuenta actualmente la izquierda mexicana,
Andrés Manuel López Obrador, el único capaz de enfrentar con posibilidades de
éxito a la mafia del PRI y del PAN.
¿Es exagerado hablar de la mafia PRI-PAN, en la que
participan las grandes empresas mexicanas, los medios de comunicación
mencionados y hasta una parte del PRD? Desde luego que no.
Uno de los significados de la palabra "mafia" en el
diccionario de la Real Academia Española es el siguiente: "Grupo organizado que
trata de defender sus intereses". Sin duda, la defensa de sus intereses,
legítimos y de los otros, es lo que cohesiona al PRI, al PAN, a los empresarios
y a los directivos y periodistas de los medios tradicionales. No pocas veces, desde
luego,lo hacen de manera ilegal y hasta recurriendo a organizaciones
clandestinas de criminales, que es otra de las acepciones de "mafia" en el
citado diccionario.
López Obrador va a buscar la Presidencia en 2012. Ya no hay
duda. Si el PRD se suma al proyecto, qué bueno. Si no, será candidato del PT, de
Convergencia o de cualquier otro partido que decida apoyar al movimiento de
resistencia civil pacífica que lucha por cambiar a México.
El principal de los cambios al que aspira el movimiento de
resistencia es el de quitarle poder a la mafia de la política. Lo saben el PRI
y el PAN, lo saben los empresarios, lo saben los medios y lo saben los
perredistas chuchos. Por eso, trabajan tanto para golpear a AMLO, para
lastimarlo, para desprestigiarlo. Pero es una tarea en la que la mafia no ha
sido exitosa. Porque Andrés Manuel sigue siendo el político más popular en la
izquierda.
Si AMLO va a buscar ser candidato en 2012 no se debe a
vulgares ambiciones personales, sino a que diariamente se lo piden muchas
personas en todo el país. A mí, desde hace años, me llaman y me escriben numerosos
ciudadanos para pedirme que le haga llegar mensajes a López Obrador. Desde hace
meses, lo único que quieren que le diga a Andrés Manuel es que busque la Presidencia.
Y en las últimas semanas, por cierto, ha crecido el número de hombres y mujeres que me solicitan que le diga otra
cosa al Peje: que antes estaban de
acuerdo en la estrategia de que fuera candidato presidencial de la izquierda el
que estuviera mejor en las encuestas entre AMLO y Ebrard, pero que esta idea ya
no les parece correcta, simplemente porque Ebrard ha decepcionado.
Me lo dijo una señora la semana pasada en un café de la
Colonia Condesa ubicado frente a las oficinas del SDP: "López Obrador tiene que
entender una cosa. Lo seguimos y lo apoyamos, pero no somos sus
incondicionales. Le hicimos caso en apoyar a ‘Juanito', pero no creo que
vayamos a aceptar obedecerle si López Obrador nos dijera que él no va, que lo
más conveniente sería que Marcelo fuera el candidato de izquierda. Si Andrés
Manuel sale con eso, yo me retiro. Y muchos también se van a retirar. Porque a
Marcelo le pasa lo que a los chuchos: están muy bien con esos locutores y
columnistas que a nosotros, los que resistimos y peleamos abajo, tanto nos
atacan, tanto nos ofenden, tanto nos calumnian. Cómo no me voy a sentir mal
oyendo en el radio que Gómez Leyva o López-Dóriga elogian a Marcelo un minuto
después de que a nosotros nos llamaron turba de fanáticos lopezobradoristas
desestabilizadores del país. Si esos son los amigos de Marcelo, que no cuente
conmigo".
Como esa mujer piensan importantes intelectuales y políticos
del movimiento de izquierda: Ebrard está dejando de ser confiable por causa del
buen trato que recibe de parte de los medios afines a la mafia política.
No es una buena noticia que el gobernante más importante de
la izquierda haya perdido aceptación entre los activistas del movimiento de
resistencia.
¿Qué le falta a Ebrard? Romper con esos medios. Porque ni
modo de que espere que le aplaudan sus buenas relaciones con los periodistas de
la mafia, los millones de personas que esos periodistas a diario insultan solo
por el hecho de mantenerse leales a un proyecto.
Supongo que a Ebrard no batallará para entender
algo tan sencillo. Todavía tiene tiempo para rectificar, de tal forma de volver
a ser aceptado por los más valioso que tiene la izquierda: su gente realmente
comprometida.