Roy Campos, encuestador de Televisa que asesora en la actualidad a Marcelo Ebrard Casaubón, nos dijo hace tiempo a Luis Mandoki y a mí: "Ebrard podría arrebatarle la candidatura presidencial de izquierda a Andrés Manuel López Obrador porque mientras este mira a la historia, Marcelo tiene una estrategia definida".

Desayunando el jueves con Andrés Manuel en Guanajuato, le pregunté: "¿Qué prefieres, la historia o la estrategia?".

Respondió: "La historia es mucho más importante que la estrategia. Los políticos tradicionales -todos, de todos los partidos- creen que actuar estratégicamente es mostrarse lambiscones frente al poder. Por eso no se atreven a criticar a Televisa ni a los periódicos ni a los principales empresarios. Esa estrategia zalamera no me interesa. La historia es más generosa con los que se muestran auténticos que con aquellos que siempre andan buscando cómo acomodarse. ¿Esto me beneficia? ¿Me perjudica? No lo sé. Me presento ante la gente tal como soy. Ya es decisión de cada ciudadano aceptarme o no".

Aunque no mencionamos a Ebrard en la plática, ciertamente pensé en el jefe de Gobierno cuando AMLO dijo eso. Porque para Ebrard operar estratégicamente es quedar bien con Televisa y con otros medios mentirosos y calumniadores. Me molesta que Ebrard se comporte así porque, obviamente, semejante estrategia diseñada por expertos de la talla de Roy Campos no funciona. No en estos tiempos, no en este México, no a los ojos de la gente que lleva tres años resistiendo.

Enrique Peña Nieto, del PRI, está igual e inclusive peor. Para él la estrategia se resume en posar para las cámaras de Televisa. Pero ha abusado, y los televidentes ya no lo encuentran simpático o galán, sino pedante y tonto.

Santiago Creel Miranda y Josefina Vázquez Mota aspiran a hacer lo mismo que Ebrard y Peña Nieto: agradar a las audiencias posando para las televisoras, pero no pueden: inspiran tanta pena ajena estos panistas -por la forma en que defienden el pésimo trabajo de Felipe Calderón- que simplemente no se les toma en serio, ni como aliados ni como rivales.

Prefiero el estilo de AMLO: el de buscar la historia en lugar de hacer el ridículo con estrategias adulonas.

En el tema de la historia, por cierto, Andrés Manuel y yo tuvimos una buena charla acerca de las reflexiones que, según Herodoto, Solón le hizo a Creso. Ya habrá oportunidad de contar algunos detalles.