Si, como parece, la presión de Twitter hará que Emilio Azcárraga Jean sancione al homófobo conductor Esteban Arce, vale la pena que los tuiteros empiecen en forma masiva a exigirle otras cosas a esa televisora:

1. Que no tenga más cadenas nacionales de televisión (actualmente cuenta con cuatro) de las que debería poseer, en una economía realmente competitiva, una sola empresa: solamente una. Es decir, que Azcárraga y sus colaboradores y socios se hagan a la idea de que la gente exigirá al próximo gobierno federal (con el débil Calderón sería inútil) que obligue a Televisa a vender tres de sus cadenas a otras compañías privadas.

2. Que en sus noticieros deje de darle tan poco espacio a la verdadera oposición y tanto al gobierno.

3. Que en sus noticieros Televisa sistemáticamente deje de mentir para favorecer al gobierno federal y a los gobernos estatales con los que tiene convenios comerciales, como el del Estado de México.

4. Que la empresa presidida por Azcárraga Jean entienda que es ilegal que una empresa privada de su tamaño trabaje tanto para imponer como próximo presidente de la República a Enrique Peña Nieto.

5. Que en Televisa deje de ser prácticamente inexistente la programación cultural.

6. Que Emilio Azcárraga y sus colaboradores ya no usen las frecuencias concesionadas por el estado mexicano como si fueran realmente de ellos.

7. Que Televisa deje de burlarse de las leyes de competencia, ya que, además de cuatro cadenas nacionales de TV abierta, tiene dos de las mayores compañías de televisión de paga: Sky y Cablevisión, además de una cadena nacional de radio. Esto es un riesgo mayor para la economía mexicana, ya que hace imposible la competencia.

8. Que Televisa se comprometa a adquirir a productores mexicanos al menos la mitad de su programación.