Roy Campos es el encuestador más conocido de México, pero no

el mejor (la mejor, sin duda, es María de las Heras). Roy conoce su oficio,

evidentemente. Tan lo conoce que sus encuestas de salida este domingo 4 de

julio fueron muy buenas. Como otras que se dieron a conocer horas antes de las

suyas. Sí, el señor Campos se tardó en publicar un par de resultados, Oaxaca y

Puebla, casualmente ambos adversos al PRI, que es el partido con el que más

trabaja el encuestador que es, también, una más de las estrellas de Televisa.

Temprano en la tarde muchos supimos, por otros

encuestadores, que en Oaxaca y Puebla había perdido el PRI. En SDPNoticias.com

nos enteramos por los estudios de la UDG, en Milenio por los de Gabinete de

Comunicación Estratégica y en otros medios por análisis como los de Parametría.

El caso es que rápidamente todos entendimos que los candidatos de la alianza

PAN-PRD-Convergencia, Gabino Cué y Rafael Moreno Valle, habían derrotado a sus

rivales del PRI en Oaxaca y Puebla, respectivamente.

Roy Campos también lo supo temprano el domingo 4 de julio,

pero o bien no lo pudo creer, o de plano consideró que eso afectaba a sus

intereses muy ligados al PRI. El caso es que Roy, con el argumento de que las

encuestas daban resultados demasiado cerrados para hablar de un ganador, se

negó a difundir sus estudios. Hizo el ridículo don Roy Campos. Porque todas las

otras encuestas de salida se difundieron sin problemas y todas decían lo mismo:

el PRI perdía en Oaxaca y Puebla. Bueno, más que hacer el ridículo, Roy Campos

se vio bastante chafa, vendidón, corruptillo, más interesado en quedar bien con

sus patrones del PRI que en informar con la verdad al público. A ver quién le

vuelve a creer a este encuestador que, de plano, ha perdido toda autoridad

moral.

Otro día hablaré de lo bueno que será para Oaxaca y Puebla

tener como gobernadores a dos hombres honestos y competentes (Gabino Cué y

Rafael Moreno Valle lo son, sin duda) y ya no más a caciques sucios que nunca

han pensado en el bien común. Hoy destacaré otra cosa: el triunfo priista en

Veracruz.

Con qué facilidad ganó las elecciones el priista Javier

Duarte, que toda su carrera la ha hecho al lado del todavía gobernador Fidel

Herrera. Ganó Duarte, sin duda, pero también Fidel. Y fue esta la más

importante victoria del PRI en 2010. Se logró, por cierto, sin la ayuda e

inclusive sin la presencia de Enrique Peña Nieto. Este no fue invitado a

Veracruz a los mítines de Duarte. Para

que no le quitara reflectores a Fidel Herrera, que quiere lo mismo que Peña

Nieto: la candidatura presidencial del PRI en 2012.

En Oaxaca y en Puebla, donde Peña Nieto apoyó con todo a los

candidatos priistas, estos perdieron. Y en Veracruz, donde no invitaron al

novio de La Gaviota, el PRI ganó. A la mejor ya le salió competencia real al

mexiquense. Es decir, si Fidel Herrera se decide a buscar la candidatura

presidencial, alterará por completo el proyecto construido durante tanto tiempo

para llevar al poder a Peña Nieto, quien a la mejor en una de esas y se queda

vestido y alborotado.

Son buenas noticias para los otros partidos, sobre todo para

Andrés Manuel López Obrador que, por supuesto, fue otro de los grandes

triunfadores en la jornada electoral del domingo 4 de julio. Ya explicaremos

por qué.