Colaboro ya
en el equipo de Andrés Manuel López Obrador. Me interesa ayudarlo a que gane
las elecciones presidenciales de 2012, que serán fundamentales para la sociedad
mexicana. Antes de fin de mes daré a conocer con detalle mis actividades. Ahora
solo puedo anticipar que trataré de que las clases medias mexicanas entiendan
al verdadero AMLO que nada tiene que ver, por supuesto, con el "populista" y "berrinchudo"
político del que a diario hablan los comentaristas de Televisa, Milenio, Imagen
y otros medios de comunicación que, desde hace tiempo, han perdido
credibilidad.
Uno de los
espacios en los que se expresan las más inteligentes personas de clase media en
México es Twitter. En esta red social he dado a conocer mi correo electrónico (farreolacastillo@gmail.com) para que me escriban los tuiteros
que deseen apoyarme en lo que haré en el equipo de Andrés Manuel. He recibido
numerosos mensajes, los estoy ahora procesando y los responderé para empezar a
trabajar.
Hay que
cambiar a México. Esta es la razón principal por la que muchos apoyamos a López
Obrador, el único político mexicano realmente interesado en una transformación
verdadera. En esta tarea el gran obstáculo es Televisa.
Supe que, en
una reunión de AMLO con embajadores latinoamericanos, uno de estos, experto en
asuntos electorales, le dijo a Andrés Manuel: "Se puede ganar una elección sin
los medios, pero no contra los medios", haciendo referencia a que López
Obrador, no pocas veces, es bastante crítico con algunos medios de comunicación
mexicanos.
La verdad de
las cosas es que, para mí, la verdadera victoria en 2012, esto es, la que
realmente sirva para cambiar a México, tiene que darse no solo sin el apoyo de
Televisa, sino contra Televisa. Si no, qué chiste.
La empresa de
Emilio Azcárraga Jean está decidida a imponer a un presidente de la República
en la persona del gobernador del Estado de México, Enrique Peña nieto. No lo
debemos permitir.
¿Se puede
comunicar un proyecto político masivamente, en todo el país, sin televisión? Se
puede y se debe.
AMLO lo ha
hecho en los últimos años pueblo por pueblo, casa por casa, recorriendo toda la
República. La prueba de que ha sido exitoso es que su popularidad no solo se
mantiene, sino que ha crecido.
En 2012 AMLO
no tendrá acceso a la televisión y, ya lo veremos, la empresa de Emilio
Azcárraga Jean insistirá en difundir una imagen falsa de este político
tabasqueño.
Por fortuna,
hay un antídoto contra el veneno de las mentiras de Televisa: las redes
sociales de internet.
Todo lo que
yo haga en el equipo de López Obrador, absolutamente todo, lo daré a conocer en
Twitter y cada vez que necesite tomar una decisión la consultaré con la gente
que me haga el favor de leerme en esta red social.
Por lo que a
mí respecta, no participaré en ninguna reunión "confidencial". Creo que en un
equipo que aspira a cambiar a México nada debe ser secreto o misterioso o solo
para el consumo de unos cuantos. Voy a contarlo todo. Esperaré que los tuiteros
me ayuden con sus opiniones y consejos.
Como soy
periodista, lo seguiré siendo en el equipo de AMLO. Es decir, al mismo tiempo
que colaboraré en lo que pueda, narraré lo que vea y daré a conocer lo que
escuche.
Si estoy
pidiendo colaboración a los tuiteros que simpatizan con AMLO se debe a que los
considero ejemplares periodistas ciudadanos comprometidos con el cambio que
tanta falta le hace a México.
Yo voy a
narrar las actividades en las que participe en el equipo de López Obrador, como
lo he dicho, y pediré a los usuarios de Twitter que deseen apoyarme en esta
tarea que dialoguen públicamente conmigo y con otras personas acerca de lo que
ocurra en 2012. Si todos damos a conocer nuestros puntos de vista y, sobre
todo, si compartimos nuestras experiencias, terminaremos por llevar a todos los
mexicanos la verdad que, lamentablemente, los medios de comunicación
tradicionales esconderán.
El periodismo
ciudadano casi siempre es un periodismo militante, y qué bueno que lo sea. Porque
en los tiempos de crisis lo único moralmente aceptable es el compromiso.