La

izquierda verdadera ya tiene candidato presidencial, Andrés Manuel López

Obrador. Somos millone los que hemos empezado a organizarnos en torno a su

proyecto. Lo hacemos desde ahora mismo para evitar que, en 2012, se dé un

fraude electoral como el de 2006.

En el PAN

la crisis de figuras políticas es tan fuerte que no pocos de sus militantes

apoyan al todavía secuestrado Diego Fernández de Cevallos, el "Jefe Diego", a

pesar de no tener la certeza de si será liberado algún día o, inclusive, de si

está vivo.

En el PRI,

estaba escrito, empieza a perder gas el globo inflado por Televisa llamado

Enrique Peña Nieto. Ya le salió competencia, y muy fuerte, al novio de La

Gaviota. Este jueves, en la Ciudad de México, se "destapó" como presidenciable

el todavía gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, cuya popularidad ha

crecido a partir de una serie de ataques mediáticos que, por excesivos, lo

beneficiaron en vez de perjudicarlo. Lo que hicieron el Grupo Imagen y Televisa,

la primera empresa antes de las elecciones estales y la segunda cuando se inundaron

recientemente varias regiones veracruzanas, convirtió a Herrera en figura de

alcances nacionales. Ya era el segundo o tercer priista mejor posicionado en

las encuestas, solo detrás de Peña Nieto y, en algunos sondeos, de Beatriz Paredes.

Ahora, ha rebasado por mucho a Paredes y se ha acercado al gobernador del

Estado de México.

Si el

senador Manlio Fabio Beltrones imita a Fidel Herrera y anuncia que buscará la

candidatura presidencial del PRI, las cosas terminarán de complicarse para Peña

Nieto. Y no porque Beltrones sea popular, que no lo es: a este sonorense le

sobra capacidad para el maniobreo palaciego, pero le faltan el carisma del

mexiquense y la facilidad de Herrera para relacionarse con la gente de abajo.

Si Beltrones se decide (por exceso de "disciplina" o de "prudencia" no se ha

decidido) será un aspirante muy fuerte a la candidatura priista porque lo

adoran los grandes empresarios, que ven a Manlio como un "rudo" (creo que no lo

es tanto como su fama), es decir, como a alguien de mano dura que podría poner

orden en México.

Si me

preguntaran, diría que, al margen de que ellos sean prominentes representantes

del autoritario priismo, tanto Manlio Fabio Beltrones como Fidel Herrera son

políticos mucho más serios, hechos y competentes que Enrique Peña Nieto. El que

piense lo contrario es, de plano, todo un hijo de su televisada formación.