Enrique Coppel Luken

es un cínico que goza de impunidad. Sin duda, su privilegiada situación obedece

a que participó activamente en el fraude electoral que llevó a Felipe Calderón

al poder, pero también, y en su caso tal vez sea lo más importante, a que los

medios (excepciones al margen, desde luego) no acostumbran molestar a sus

anunciantes, y ya se sabe que las tiendas de tal "empresario" son muy activas a

la hora de contratar desplegados en los diarios o comerciales en las cadenas de

TV y radio. Miserables medios de comunicación mexicanos.

Cito lo que hoy sábado

dice Jaime Avilés en La Jornada:

Enrique Coppel Luken es un peligro para México. El fuego que la noche del miércoles consumió un pequeño eslabón de su larga cadenade almacenes de ropa, muebles y baratijas, puso al descubierto algunas de susinaceptables actividades.Mariana López Soto, de 24 años; Carmen Selene Moreno Zazueta, de 36; Verónica Picos Bastida, de 22; Claudia Janeth Bernal Delgado,de 25 (que acababa de dar a luz); Karla Judith González Zapata, de 33, y RosaImelda Félix Gamboa perecieron asfixiadas por el humo en la tienda Coppel de lacalle Hidalgo de Culiacán. En algunos casos, sus cuerpos se quemaron hastacarbonizarse, porque estaban encerradas entre cortinas de acero, cadenas ycandados, en medio de toneladas de mercancías que ardieron con gran rapidez.No tenían salidas de emergencia. Pese a que estuvieron llamando por celular a sus familiares para pedir auxilio, la empresa no acudióa rescatarlas.Javier Valdez Cárdenas, corresponsal deLa Jornada en Culiacán, contó ayer en su crónica: "El 2 de noviembre pasado, Día de Muertos,frente a la tumba de su esposo, Karla Judith abonó a las tragedias que yaenvolvían su vida: Un día de estos nos vamos a quedar achicharradas, dijo auno de sus familiares y éste le preguntó por qué. Le explicó que de noche, enla tienda Coppel donde trabajaba, las dejaban encerradas y en caso de incendiono iban a poder salir".¿Moraleja? Enrique Coppel tiene almacenes en todo el país. Ergo, en cada uno de ellos, todas las noches encierra a piedra y lodo aquienes hacen el inventario de sus posesiones. Vive dentro de una ciudadelaamurallada --allá le dicen fraccionamiento exclusivo-- protegido por elEjército. Acaso escuchará a lo lejos los tiroteos cotidianos, provocados por laguerra del hombrecito que ayudó a elevar al poder, a cambio de un negociollamado Bancoppel. Pero no tiene llenaderas: prefiere arriesgar vidas humanascon tal de evitar que sus esclavas le roben un par de calzoncillos, milcomputadoras o 100 mil cepillos de dientes, productos que, por lo demás, sinduda, están asegurados.Aunque,por fortuna, ha habido periodistas como Avilés y medios como La Jornada que handenunciado la negligencia criminal con la que se conduce un "empresario" comoEnrique Coppel Luken, la mayor parte de los comunicadores ha callado. Pero lagente ya tiene voz y es escuchada. Así que, lo quieran o no los medios, todoslos que participamos en las redes sociales de internet seguiremos denunciando alseñor Coppel. Hubo crímenes en sus tiendas y él es, por lo menos, responsablede negligencia. Por lo tanto, no pararemos hasta que sea sancionado de algunamanera, la que corresponda según las leyes mexicanas que ya es hora de empezara respetar.