En twitter, la señora
@MarcelaHerreraR me ha preguntado cómo habría combatido Andrés Manuel López
Obrador al crimen organizado si hubiera llegado a la presidencia de México en
2006. Me preguntó también por qué AMLO descalificó, cuando fue jefe de gobierno
del Distrito Federal, una marcha de gente de clase media y alta contra la
inseguridad. Intentaré responderle.
Lo primero que
@MarcelaHerreraR debe saber es que, en 2006, hubo un gran fraude electoral. Ahí
está el origen de la crisis actual.
Felipe Calderón, para
llegar a Los Pinos, pactó con muchos grupos de poder, sobre todo líderes
priistas y grandes empresarios que le ayudaron a robarse las elecciones. Esta
es la verdad, negarla en nada ayuda. Como les debe la presidencia, Calderón no ha
puesto en orden a tales grupos, lo que se ha traducido en todavía mayores
desequilibrios económicos. Nuestra economía, así, en vez de ser cada día más
competitiva, está cada vez más dominada por oligopolios, lo que lleva a que la
riqueza se concentre en muy pocas manos. Esto significa empobrecimiento
creciente para las mayorías, incluida la clase media. Ante la falta de oportunidades
en la economía formal, que el sistema no brinda porque está diseñado para
favorecer a unos cuantos, precisamente los que combatieron a la mala a López
Obrador, sobran mexicanos dispuestos a colaborar con la mafia.
Ahora bien, buscando
la legitimidad que en las casillas electorales no encontró, Calderón decidió
lanzar a las fuerzas armadas mexicanas a una guerra contra el narcotráfico.
Partió del cálculo erróneo de que el ejército iba a derrotar rápidamente a las
organizaciones criminales. No ocurrió así, como está ahora perfectamente claro.
Más de 30 mil muertos y más de cuatro años después, lo único cierto es que las
mafias siguen tan fuertes como siempre, que todas las policías mexicanas están
al servicio de los capos de la droga, que no pocas zonas del territorio
nacional están en poder del crimen organizado y que las fuerzas armadas mexicanas
no fueron diseñadas para una guerra civil en la que el enemigo está infiltrado
en todos los pueblos, todos los barrios y todos los sectores de nuestra
sociedad.
Calderón, pues, se
aceleró buscando popularidad y, en vez de trabajar pacientemente mejorando los
cuerpos y los sistemas policiacos, lanzó al ejército a una guerra imposible no
solo de ganar, sino ni siquiera de plantear correctamente.
¿Qué habría hecho AMLO
si se le hubiese permitido llegar a la presidencia en 2006, es decir, que hará
a partir de 2012 cuando llegue al gobierno de México? Lógicamente cambiará, con
toda calma y en base a un plan sensato, a todas las policías. Replanteará,
además, el papel de las fuerzas armadas que, tal como están las cosas, no
pueden abandonar sin más la guerra en la que indebidamente se les metió, pero
que tampoco pueden continuar librándola tan a tontas y a locas como lo hacen
ahora. Y, lo más importante, diseñará y pondrá en práctica muy aceleradamente
programas sociales que alejen a la gente, sobre todo a los jóvenes, de la tentación
del enriquecimiento fácil trabajando para el crimen organizado.
Al mismo tiempo, para
que México sea un país viable, AMLO fomentará la creación de muchas más
empresas y mucha más riqueza en manos de muchos más hombres y mujeres de
negocios en un ambiente de competencia económica real. El sistema actual, que
solo beneficia a los pocos que controlan los oligopolios que ahogan nuestra
economía, ya no funciona, nada aporta porque no garantiza empleo formal para la
mayoría de la población y es, en última instancia, el gran generador de
sicarios para la mafia.
México, como dice
Natalia Colmenares en su columna de hoy, necesita de un Lula que lo cambie todo
(http://sdpnoticias.com/sdp/columna/natalia-colmenares-natcolmenares/2010/12/29/1185720). El único que puede hacerlo es López Obrador: "No tienen esa altura el
pragmático Marcelo Ebrard Casaubón, el ambicioso Manlio Fabio Beltrones Rivera,
el gris Santiago Creel Miranda ni el frívolo Enrique Peña Nieto".
¿Que AMLO comete errores? Como todos. Como Lula, como
Mandela, como la señora @MarcelaHerreraR, como cualquiera. Uno de esos errores
fue descalificar la marcha contra la inseguridad de 2004.