Marcos Covarrubias, perredista hasta hace muy poco tiempo, era el político mejor posicionado en Baja California Sur cuando el PRD tuvo que tomar la decisión de seleccionar a su candidato a gobernador. Correctamente, el perredismo escogió a Covarrubias y todo parecía indicar que el, todavía, principal partido de la izquierda mexicana seguiría gobernando esa entidad.
Pero el gobernador perredista, Narciso Agúndez, que es seguramente el peor gobernante que ha conocido Baja California Sur, decidió otra cosa y, contando con la complicidad de Jesús Ortega, presidente nacional del PRD, y Manuel Camacho Solís, promotor de las alianzas de la izquierda con el PAN, maniobró tanto que obligó a Covarrubias a renunciar a la candidatura del PRD.
Agúndez, Camachco y Ortega, convencidos de que el PRD ganaba con cualquiera en Baja California Sur, entregaron la candidatura al político con el peor prestigio en el estado, Luis Armando Díaz, al que se ha acusado de tener nexos con el narco y al que se considera el principal responsable de las invasiones de carísimas tierras en las playas sudcalifornianas.
Covarrubias, lógicamente, no se quedó cruzado de brazos. Negoció con el PRI y el PAN. Trascendió una entrevista que sostuvo con Enrique Peña Nieto, en Toluca. Pero al final pudo más Felipe Calderón, y Covarrubias decidió buscar la gubernatura por Acción Nacional. Actualmente, a 10 días de las elecciones, Covarrubias es el líder en las encuestas, sobre todo porque cuenta con elapoyo del sector empresarial de Los Cabos que ha decidido financiarlo para evitar que llegue al gobierno alguien como Díaz que ha hecho de la invasión de predios de playa su más rentable actividad.
El caso es que, desde hace semanas, Marcos Covarrubias Supera por más de 10 puntos en todas las encuestas al perredista Luis Armando Díaz y, hasta hace unas semanas, era considerado el seguro ganador de las elecciones de gobernador en Baja California Sur...
Pero...
La división en el PRD, que ha hecho crecer al PAN, ha obrado el milagro de que el PRI se fortalezca de nuevo en Baja California Sur. Y se ha fortalecido tanto el priismo que su candidato, Ricardo Barroso, un joven abogado con magnífico prestigio en el estado, ya ha convertido a la elección sudcaliforniana en una contienda entre tres.
El favorito sigue siendo Covarrubias, del PAN, aunque este partido carece de estructuras electorales eficientes en Baja California Sur. El PRD las tiene, pero su candidato, Díaz, va en caída libre, lo que hace muy difícil su victoria. De ahí que no pocos analistas empiecen a ver probable el triunfo de Barroso, del PRI, un candidato en ascenso que cuenta con un partido cuya organización electoral está más que probada en todo el país.
El caso es que, como en Zacatecas, donde la necedad de la exgobernadora perredista Amalia García fue determinante para que el PRD perdiera una gubernatura frente al PRI, lo más probable es que el perredismo pierda ahora Baja California Sur. La única duda es si entregará el gobierno a Marcos Covarrubias, el ya consolidado candidato del PAN, o bien a Ricardo Barroso, el joven priista que está sorprendiendo viniendo de muy atrás.
No sería raro que el PRD quedara en tercer lugar en una entidad en la que tenía casi todos los votos. La culpa de eso la tienen un pésimo gobernador (Narciso Agúndez) y las siempre turbias negociaciones de Jesús Ortega y Manuel Camacho.
Mentiría si dijera que no me alegra el fracaso de Agúndez, Camacho y Ortega, que convenencieros como son, han dejado de apoyar con recursos a su candidato Luis Armando Díaz, para entregarse al del PAN, Marcos Covarrubias. Son de los que cambian de principios según el momento o la ocasión. De los que inventaron las ideologías de úsese y tírese, es decir, desechables.