En el marco de la

convocatoria lanzada desde el ejecutivo federal en pro de un dialogo

"franco, respetuoso y constructivo" para hacer frente a las amenazas

del crimen organizado hacia la clase política mexicana, trascendió el hecho de

que el mismo Felipe Calderón busca la posibilidad de que Andrés Manuel López

Obrador sea uno de los invitados a esta reunión calificada con el adjetivo de

urgente. A la redacción de este periódico llego la confirmación de tal

propuesta de encuentro ya que fuentes oficiales del Gobierno del Distrito

Federal y del Dialogo para la Reconstrucción de México (DIA) han informado que

a través de la dirigencia nacional del PRD, se ha estado negociando tal

posibilidad con el Presidente Legitimo de México.

Cabe resaltar que

este hecho ha quedado en el simple intento de cabildeo debido a que con toda

determinación Andrés Manuel declinó la posibilidad de estar presente. Su

respuesta clara y tajante nos deja ver que el político y líder social

tabasqueño está resuelto a no ser parte del teatro fraudulento que está

montando el Gobierno Federal toda vez que ha sido incapaz de contener el oleaje

de violencia, desconcierto, incertidumbre e inseguridad social que el país está

atravesando desde la llegada del PAN a Los Pinos.

Vemos con esto, a

un personaje que es claro en sus principios y acciones, un líder que es fiel a

sus lineamientos y que siempre ah planteado un proyecto alternativo de nación

diferente al discurso totalmente incrédulo de los derechosos, quienes junto con

los ricos y poderosos de este país tienen secuestrado al país y que además lo

han sumido en este clima de violencia y problemáticas económicas y sociales,

sin poder siquiera dar muestra de algún tipo de reacción ante el evidente

Estado Fallido en el que vivimos.

El único escenario

en el que López Obrador se reuniría con el llamado "Presidente Espurio" sería

si y solo si se plantea a fondo el cambio en las formas en cuanto a política

económica se refiere. Esto último suena lógico toda vez que cuando un Estado es

eficiente en el tema del sustento social, normalmente la delincuencia y la

inseguridad suelen reducirse en altos porcentajes. El cambio en la estrategia

económica implicaría la erradicación de la desigualdad social en base a una

mayor y mejor repartición de la riqueza.

Un replanteamiento

como este redundaría en la descentralización de los medios productivos, lo que

elevaría las posibilidades de inversión en la industria y el campo en los

sectores territoriales que hoy día están marginados debido a la inoperancia del

gobierno ilegitimo que ha contribuido a ello. La tasa de desempleo disminuiría

considerablemente y, además, se daría especial atención al principal medio de

crecimiento que todo Estado tiene: la educación; mayores oportunidades para la

juventud en todos los niveles, lo que traería consigo una mayor infraestructura

en los medios educativos (escuelas, tecnologías, un magisterio mejor preparado,

universidades al alcance de todos). En fin a Andrés Manuel no le temblaría la

mano para despojar a quienes tienen más de manera injusta, a quienes hacen su

riqueza en base a pisotear al que menos tiene, a quienes monopolizan los medios

de producción con intereses mal habidos, a quienes usan los medios de

comunicación para confundir y engañar al pueblo.

Lastimosamente, hoy

día somos testigos de la desvergüenza política, de la grave inmoralidad en la

que se han visto partidos de derecha al aliarse con los partidos de izquierda

entregados al poder. Sencillamente, la reunión a la que ha convocado Calderón

Hinojosa será una vitrina en la que los ciudadanos podrán ver cuál es la clase

política que ilegítimamente gobierna a nuestro país. Se podrá evidenciar que

políticos como Jesús Ortega o Manuel Camacho Solís, que en sus inicios habían

representado las demandas sociales y sus derechos, ahora están convirtiéndose

en auténticos operadores del gobierno derechista de Felipe Calderón.

El PRI en sus altas

esferas también ha confirmado su presencia para exigir justicia a un problema

que en efecto es grave, pero que son ellos, los mismos priistas quienes durante

más de tres décadas alentaron y pactaron con quienes hoy tienen secuestrada la

seguridad en México. Una autentica obra de teatro bajo la dirección de quien

desde Los Pinos ya no encuentra la salida al enorme boquete de la inseguridad

que ha sido alentada por los malos manejos de la administración del gobierno en

todos sus niveles. Todos los que en el día acordado asistirán al funeral de la

seguridad social de nuestro país, tendrían por dignidad propia que renunciar

ante la ineptitud de su accionar en el tema de la ingobernabilidad.

Lo que la

invitación de Calderón hacia Andrés Manuel refleja claramente, es el

reconocimiento implícito hacia quien debería ser la verdadera autoridad en

México, a quien tiene la verdadera ética moral para conducir los hilos de este

pueblo hacia la real transición a un gobierno democrático, menos desigual y

mucho más seguro. Un reconocimiento implícito a quien resulto ganador en los

comicios electorales de 2006 con todas las de la ley y sin irregularidades.

Debo añadir que

este es otro posible escenario por el que pudiese haber un reencuentro entre

Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa: sí y solo sí este

último repara el daño moral cometido hacia el primero y entrega la banda

presidencial a quien realmente le pertenece. Sí y solo sí la familia Calderón

Hinojosa sale con todo y sus tiliches de Los Pinos.