La semana pasada falleció de inanición Orlando Zapata Tamayo, que en paz descanse. Un prisionero cubano de conciencia que se suma a los miles de habitantes de un país que con su muerte, no defraudaron su anhelo de una Cuba auténticamente libre. En protesta al reclamo del mártir muerto no escuchado, se lanzan a una nueva huelga de hambre cinco presos políticos más.

La desesperación, la impotencia que experimenta un ser humano que deliberadamente decide no alimentarse hasta llegar al grado de perecer, muestra al mundo la decadencia de estado en el régimen castrista. La madre del disidente alza la voz ya sin temor a las represalias, contra las vejaciones del autoritarismo represivo que les niega la posibilidad de ser personas libres. Agentes de la seguridad del estado tomaron la ciudad de Banes en Holguín donde se le veló al difunto, pero a los deudos y partidarios disidentes se les impidió el paso y a otros se les detuvo en sus casas para evitar que asistieran.

Si la evidencia reconoce en Cuba, los atropellos a los derechos civiles y humanos; los detenidos injustamente y asesinados a sangre fría a partir del triunfo de la revolución, por qué la inteligencia de la izquierda en el mundo no se lo recrimina al régimen. Acusados los disidentes por el tribunal revolucionario de "traición a la patria" por expresar un pensamiento opuesto al forzoso sometimiento del aparato que intentó amoldar las mentes sin conseguirlo, para que dejaran de soñar fuera de la revolución, que rápido se les tornó precaria, insuficiente, incapaz de llenar los vacíos de la retórica ni la expansión de los anhelos. Que eventualmente derivó en un capitalismo rapaz y mediocre de mercado negro. Crímenes de estado que no han cesado en cincuenta años de tiranía. Cortar de tajo cualquier indicio de oposición, la orden. La rebelión a lo impuesto, cárcel o paredón. Un conocimiento de carácter mundial. Escrito con sangre en las páginas de la historia de la revolucióncubana.Basada en una realidad, que desconoce otras verdades. La dictadura disfrazada de marxismo-leninismo se desborda fuera de las falacias que hoy día inspiran el rumor gracioso, la creativa burla popular de su pueblo educado, desempleado, hambriento, cansado de esperar la prometida redención.

Hasta cuándo se escudará y seguirá el régimen con la cantaleta de que el embargo comercial estadounidense es el mal que lo justifica todo. Cualquier acto criminal cometido contra el propio hermano. Esta vez, durante la visita oficial del presidente brasileño, Raúl Castro, producto de la paranoia senil precoz o bien por efecto quizá de un Alzheimer o por simple cinismo premeditado, vociferó una desvergonzada y descarada declaración ante la prensa que lo cuestionó sobre el deceso de Zapata Tamayo. Con gran ceremonia y perenne afán, como ya es costumbre, de legitimar y justificar lo injustificable. Escuchemos su respuesta:

"Un hecho lamentable, pero que es el resultado de la agresión y relación con Estados Unidos. Pero óiganme bien: En 50 años no ha habido ni existido en Cuba ni torturados ni asesinados". (Sólo le faltó agregar el invento repetido ya caduco de que el muerto pertenecía a la CIA).

Como es natural, al oir esta mentira frente a las cámaras, inusitada e inconcebible, el presidente de Brasil Inazio Lula Da Silva, parado junto al señor Raúl Castro, sonrió nerviosamente y de inmediato se ruborizó, mostrándose realmente incómodo ante los presentes.

Los logros de la revolución cubana viven y vivirán, pero han sido opacados por la falta de escrúpulos de la burocracia revolucionaria, la egolatría e incapacidad administrativa de Fidel y la represión del libre albedrío humano. Pero cuando algún personaje va a rendirle tributo al anciano, que parte del pueblo llama redentor y pocos son los valientes que se atreven a reconocerlo como castrador, me he preguntado, por qué los socios y amigos del régimen, gobiernos que se presentan como justos y democráticos de la izquierda latinoamericana, así como los intelectuales defensores de un idealismo solidario y progresista no basado en la sujeción sino en el respeto al libre progreso social asistido, siguen solapando la negación de los derechos de los civiles en la isla.

Por qué habiendo sido desviado el sueño democrático inicial de los cubanos combatientes, hacia el servilismo ya no yankee sino soviético, no han recriminado abiertamente a Cuba la falta de libertad que inflige a su pueblo para decidir sobre sus vidas sobre sus ideas sobre sus acciones como personas libres, actualmente sin dirección como nación. Es obvio que esto ha deprimido a sus habitantes sin poder decirlo, mostrando su lado alegre, no hay más, convenientemente amordazados. Por qué jamás han expresado su rechazo a esta sentencia de muerte o encierro perpetuo para aquellos que han insistido patrióticamente en quedarse y no exilarse, defendiendo el honor de la aplacada y debilitada disidencia pacífica contra revolucionaria en Cuba, sin demostrar nada de solidaridad por un pueblo que sufre, que aguanta y que subsiste, calladamente.