Con el debido respeto para el señor Julio Roa, la
analogía que presentó ayer aquí, no sólo es ridícula, por lo que el contenido
de valía en el escrito quedó mermado.
Está usted lejos de la verdad, primero, sobre lo que
realmente sucedió a Tiger Woods luego de la penosa puesta en escena mediática
donde se le vio acabado, exponiendo su depresión en voz alta. Sin ninguna
convicción en sus palabras. Doblegado por la sujeción a la madre y a las
patrocinadores. Obligado a pedir perdón a la opinión pública por "haberles
fallado", cuando sólo se había fallado a sí mismo y a su familia. No
señor. El Tigre no hizo lo correcto
frente a la adversidad, fuera del campo. Ha perdido hasta el respeto de sus
colegas. Ni hablar de su golf. No se le ve ninguna fuerza interna, ningún
ímpetu de triunfador. Se nota que no está usted enterado bien. Siento
informarle que, además, Tiger no ha recuperado ni la mitad de sus patrocinios a
pesar del numerito. Sin disculpar ni enjuiciar el comportamiento íntimo de un
hombre que fue rey del golf pero que cayó del pedestal por la apertura pública
de su vida privada y la inmadurez y debilidad emocional con la que enfrentó un
problema común como la infidelidad, que por ser él escandalizó a los hipócritas
puritanos amantes del mitote y desintegró a su pequeña familia. Pero no engañó
a los aficionados. Lo quieren pero ya no lo admirarán a menos que vuelva a
estar arriba, para ellos, eso será la
vuelta a la "vida digna".
¿Qué debió haber hecho el señor Woods para haber
salido airoso o menos golpeado moralmente?
Arreglar sus asuntos privados en la intimidad del
hogar y con la mayor prontitud posible. No prestar atención a presiones
mediáticas externas. Siendo ya su fortuna muy considerable, ignorar la amenaza de los patrocinadores.
Colocar su situación familiar por encima de cualquier interés económico. Mantener la concentración en su carrera, es
decir, en la afinación de su juego, en recuperar la relajación que crea la
seguridad para divertirse al grado de poder permanecer arriba, en el tope. Porque
al perder su dignidad como persona privada, para detener la huída de capitales
de sus cuentas bancarias, también perdió su ángel, su chispa y su tino en el
golf.
Siento defraudarlos pero no, no hay nada que
copiarle a Tiger Woods, como no sea el "swing".
Si su capacidad de campeón volverá no será por el hambre material. Sino porque se habrá recuperado a sí mismo.
Ojo señores.