A pesar de la confusión que en lo personal me ha causado en el aspecto político las expresas o calladas definiciones de AMLO, sigo creyendo en él, porque el anhelo de conseguir aminorar la desigualdad socioeconómica, exigiendo destinar el capital del Estado a ese propósito, permanece como fundamento de su lucha. Erradicar los privilegios que ostentan los que se inician en la administración gubernamental con el objeto de redituar al beneficio de los arrimados a esta y los grandes intereses de los económicamente poderosos que desde la institución de la República en México, han saqueado los bienes de la nación, han fraguado y utilizado las leyes constituidas ex profeso para este propósito, o las han ignorado, para perpetrar sin trabas sus acomodos particulares.

Pero persisten dos dudas que debo compartir, con respecto no sólo al camino político por el que habrá de continuar AMLO con vistas al 2012, sino a una añeja percepción compartida por la mayoría de sus seguidores, quienes, por medio de esta errónea idea dejan de considerar y admirar al grueso del empresariado en México, aquel que se ha ganado a pulso y honestamente las riquezas a base de un magno esfuerzo quizá generacional, o aún más valioso, generadas a partir de su propia organización y creatividad; que proveen empleos justamente remunerados; que promueven y avalan el cambio de modelo económico que necesitamos para progresar.

Hay que asegurarle a la gente que sí existen los empresarios conscientes de sus necesidades. Que cumplen con sus responsabilidades fiscales a pesar de conocer las insaciables motivaciones financieras de los que manejan dichos fondos. A pesar de saber que la élite corrupta de la IP adherida a ellos, es decir los inmensamente ricos del país, como se sabe, son los que evaden sus deberes como ciudadanos.

El movimiento de AMLO debe hacer hincapié y reforzar esta verdad. No lo ha hecho con contundencia como lo ha hecho con otros temas. Serán ellos, junto con los que luchamos para surgir de la marginación, los que eventualmente reforzarán la clase media, forjando el espacio para el progreso que impactará a los más necesitados. Ya es imperativo que el movimiento social de AMLO atienda esta clave distinción y la promueva, para que el pueblo pobre que lo apoya incondicionalmente sepa que no están solos, que también existen en grande y pequeña escala los empresarios mexicanos conscientes y honestos, que forman parte de la maquinaria productiva esencial para logar este cambio. Hay que reforzar esta noción.

Hablando en el aspecto político sobre la dirección que tomará el presidente legítimo hacia la posibilidad de contender a la Presidencia, otra reflexión que ya no intento descifrar, porque poco a poco se va fraguando la respuesta desde la percepción lejana de la selva en la que uno habita, no obstante desde la "rain forest" la situación se mira aún nebulosa.

AMLO necesitará votos. Se ha diversificado entre el PRD que le apoya en la capital y en su estado natal y la coalición PT-Convergencia.

Pareciera que, aplicando la moral universal de que "no hay ser humano perfecto", el señor Ebrard, a la hora de la verdad, es decir de las elecciones ciudadanas, ha rectificado y vuelve a patentarle su apoyo. Virándose de nuevo, cuando había dado a entender con su actitud que estaba con los Chuchos, de igual manera le había concedido guiños al PRIAN. Luce que nos hemos equivocado.

También lo hace Bejarano, que sin haber negado su intacta admiración al movimiento, actuaba independientemente, todavía un misterio de dónde provienen las pilas en materia financiera, para proveerlo de acción.

La cuestión es que parece nuestro líder contenderá con la unidad de corrientes políticas y sociales que se le irán juntando al movimiento. Habrán comprendido los demás que es AMLO el que jala. El que es respetado. El que no ha cedido ni tropezado. El que posee la entereza hasta para volver a hacerse fuerte, con dos políticos "quemados" como los arriba mencionados. En los que la ciudadanía no confía, pero al hacerlo él, los reivindicará, no sin sus sospechas. Quizá al recorrer del tiempo podrán probarnos su fidelidad con nuestros anhelos.

Al estos dos hombres abandonar al presidente usurpador del PRD, al patético jefe Chucho, dejando escuálidas sus fuerzas para fines electoreros, se les recibe en el seno de la casa como dos hijos que estando perdidos ahora son pródigos. Su apoyo ensanchará la fuerza de AMLO.

Díganme, hermanos, ¿serán estas lucubraciones producto de la vida selvática? ¿Delirio político debido a la confusión? ¿O serán ambas percepciones reales y que para lograr el triunfo cuando llegue la oportunidad de intentarlo de nuevo en el 2012, nos redituarán finalmente?