Sin duda Jhon Carlin[1] es un
enorme contador de historias, su pluma es clara y apasionada, recorre el mudo y
no le cuesta tomar partido, algo que sin duda se celebra en esta era de los
mercenarios de la escritura. Para los que leemos periódicamente a Carlin no nos
toma de sorpresa su Antimaradonianismo y su crítica sociológica al pueblo
argentino.
Pero si sorprende que Carlin
sirva de ariete del revanchismo político de un corporativo español que aún se
cree en la colonia, y que le duele la mucha ó poca independencia de algunos
gobiernos latinoamericanos. El Grupo Prisa ha dado muestras de su intolerancia
y sus afanes coloniales no sólo en Argentina, donde controla ilegal y
clandestinamente el diario "La nación", también aquí en México fuimos testigos
de la forma de operar de este conglomerado de capital españo-cubano (de Miami)
al despedir de W radio a Carmen Aristegui por la única razón de pensar
distinto.
Parece ser que algunos europeos
aún les duele que ese arrogante sudaca haya abandonado los potreros y se le
ocurra se ídolo. Y lo notable que Maradona es ídolo en países del tercer mundo
donde el fútbol no es asunto de masas, recordemos las protestas callejeras en
Bangladesh por la exclusión de Diego del mundial del 94. "El placer de derribar
ídolos es directamente proporcional a la necesidad de tenerlos" nos recuerda
Galeano.
Y a pesar de que Carlin me enseñó
en su novela "El Factor Humano" como una proeza deportiva logró mover millones
de corazones a la reconciliación, ahora me dice que en otro lugar esos millones
de corazones son el motor hacia el subdesarrollo de un pueblo y llama a los
argentinos a negarse a sí mismos y olvidar el valor de un chaparrito gordinflón
que demostró que los pueblos subdesarrollados podemos, a veces, vencer al
imperio. Carlin pide dejar a un lado al jugador que logró humillar a los
ingleses que años antes arrebataron y humillaron la soberanía de una nación.
¿Acaso cuando algo nos mueve a los latinoamericanos siempre es al camino
erróneo?
John Carlin deja de hablar de
fútbol y nos dicta cátedra de historia y sociología. Y atrás del púlpito
de la pluma y la libreta nos pide a los latinoamericanos dejar de creer,
perder esperanzas pues "Las sociedades propensas a alimentar estas ilusiones,
caen en la seducción hipnótica de líderes" tristemente mi contador de historias
se convierte en asesor de la campaña del miedo que vivimos en México en 2006.
Carajo, que parecidos somos argentinos y mexicanos.
Para seguir hablando de
elecciones, Carlin vaticina que si en Argentina se consolida a través de las
urnas el proyecto del Partido Justicialista y aliados, lo único que se logrará
sería una derrota de 4-0 para el pueblo argentino, parece olvidar que a esa
nación se le rescató del hambre y la miseria a la que fue arrastrada por los
socios de las personas que firman su cheque. Señor Carlin, señores del Grupo
Prisa: prepárense porque el pueblo Argentino va a tomar el balón desde media
cancha y gambeteando mágicamente los va a golear al igual que la albiceleste
goleó a la selección española, y al igual que los campeones del mundo, ustedes
van a regresar a su país derrotados por la voluntad de un pueblo que como su
ídolo...No se rinde ni se deja domar.
[1] En
respuesta al articulo publicado en El País el 05/10/2010 http://bit.ly/adfEdB