México D.F. a 16 de marzo de 2010

Ing. Francisco González Albuerde.

Director General

Grupo Editorial Milenio

Estimado Francisco:

El día de ayer le envié a Carlos Marín una carta en la que le informaba que me es imposible aceptar las condiciones de trabajo que me propusiste vía telefónica la semana pasada, las cuales consideran compartir con el Sr. Liébano Sáenz la responsabilidad de los estudios que se publican en la edición impresa de Milenio Diario. (Anexo a la presente carta dirigida a Carlos Marín)

Durante el 2009 se generaron serias confusiones con la publicación en el diario de diversas encuestas electorales responsabilidad de la empresa del Sr Liébano Sáenz, en las que se aseguraba prevalecían condiciones electorales absolutamente contrarias a la realidad observada en puntos específicos como la Delegación Benito Juárez, el municipio de Naucalpan y otros.

Tras diez años de ser la responsable de la publicación de encuestas en Milenio, el público supuso que dichas cifras también eran mi responsabilidad, por lo que me vi envuelta en serias críticas y cuestionamientos sobre un trabajo que yo no había hecho.

Oportunamente informé por escrito a Carlos Marín sobre esta situación, asegurándole que la información que yo poseía contradecía absolutamente lo estimado por la citada empresa, y que no sólo se estaba minando la credibilidad de las encuestas publicadas en el diario, sino que esas publicaciones estaban afectando directamente a mi persona.

En aquella ocasión Marín respondió, como lo sugeriste tú también la semana pasada, que esperáramos a los resultados electorales de julio para ver quién tenía razón y quién no. Extrañamente en las semanas previas a las elecciones la empresa del Sr. Liébano cambió por completo el sentido de sus publicaciones previas, dando a conocer cifras similares a las que yo le había entregado a Marín.

Tú sabes, porque tuve la oportunidad de comentártelo personalmente, que antes de que la empresa del Sr. Liébano Sáenz quedara como la encuestadora oficial de Milenio Televisión --y por supuesto sin sospechar que así sería-, hice públicas mis reservas sobre la calidad y profesionalismo de su trabajo, críticas que visto su desempeño en el último año, se sostienen.

Es por eso que me parece entenderás por qué me es imposible aceptar las condiciones de trabajo que me propusiste, por lo que me permito informarte que dejo en libertad a la empresa para que tome las decisiones que estime convenientes, ya sin mi colaboración en ese medio.

Créeme que lamento profundamente abandonar el trabajo para Milenio, el cual durante diez años he tratado de desempeñar con la mayor pulcritud, respetando en todo momento las leyes que regulan este tipo de publicaciones y sin suscribirme nunca a tendencia, grupo, partido o relaciones amistosas de ningún tipo. Espero haber demostrado que mi lealtad y responsabilidad para con la empresa han sido absolutas.

Saluda por favor a tu padre y para ti mis mejores deseos.

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México D.F. a 15 de marzo de 2010

Carlos Marín

Director General Editorial

Grupo Milenio

Estimado Carlos:

Hace ya diez años que Federico Arreola y Raymundo Rivapalacio me invitaron a participar en Milenio. Desde entonces los estudios de opinión del diario han sido referencia de políticos y analistas, así como de otros medios de comunicación en México y en el extranjero.

La influencia que han conseguido los estudios de opinión pública de Milenio ha sido evidente por el interés de otros medios por realizar también estudios periódicos para dar a conocer el sentir del público sobre los distintos acontecimientos nacionales.

Siempre consciente de la trascendencia que tienen las cifras publicadas, he realizado mi trabajo con la mayor pulcritud, respetando en todo momento las leyes que regulan este tipo de publicaciones y sin suscribirme nunca a tendencia, grupo, partido o relaciones amistosas de ningún tipo. Espero haber demostrado durante todos estos años que mi lealtad y responsabilidad para con la empresa han sido absolutas.

Me enorgullece pensar que hemos logrado hacer un buen equipo durante todo este tiempo y que a diferencia de lo que ocurre en otros espacios noticiosos, el público interesado reconoce, como tú mismo me lo has hecho ver en varias ocasiones, que lo que se publican son "encuestas de María de las Heras en Milenio".

Por eso creo que es perfectamente entendible que me sea imposible aceptar la propuesta telefónica del Ing. Francisco González Albuerde, quien me sugiere compartir el espacio que he mantenido por diez años en la edición impresa con el Sr. Liébano Sáenz, cuyo profesionalismo y capacidad para realizar estudios demoscópicos he puesto en entredicho públicamente.

Con tristeza me retiro de una actividad que lejos de ser rutinaria, me ha impuesto un ritmo de superación y de estudio que, por supuesto, no abandonaré.

Agradeciendo tu amable atención, identificada con el silencio en esta etapa, dejo en libertad a la empresa para que tome las decisiones que estime convenientes ya sin mi colaboración en ese medio. Te ruego informes de mi decisión al Ing. González.

Atentamente

Hace ya diez años que Federico Arreola y Raymundo Rivapalacio me invitaron a participar en Milenio. Desde entonces los estudios de opinión del diario han sido referencia de políticos y analistas, así como de otros medios de comunicación en México y en el extranjero.La influencia que han conseguido los estudios de opinión pública de Milenio ha sido evidente por el interés de otros medios por realizar también estudios periódicos para dar a conocer el sentir del público sobre los distintos acontecimientos nacionales.Siempre consciente de la trascendencia que tienen las cifras publicadas, he realizado mi trabajo con la mayor pulcritud, respetando en todo momento las leyes que regulan este tipo de publicaciones y sin suscribirme nunca a tendencia, grupo, partido o relaciones amistosas de ningún tipo. Espero haber demostrado durante todos estos años que mi lealtad y responsabilidad para con la empresa han sido absolutas.Me enorgullece pensar que hemos logrado hacer un buen equipo durante todo este tiempo y que a diferencia de lo que ocurre en otros espacios noticiosos, el público interesado reconoce, como tú mismo me lo has hecho ver en varias ocasiones, que lo que se publican son "encuestas de María de las Heras en Milenio".Por eso creo que es perfectamente entendible que me sea imposible aceptar la propuesta telefónica del Ing. Francisco González Albuerde, quien me sugiere compartir el espacio que he mantenido por diez años en la edición impresa con el Sr. Liébano Sáenz, cuyo profesionalismo y capacidad para realizar estudios demoscópicos he puesto en entredicho públicamente.Con tristeza me retiro de una actividad que lejos de ser rutinaria, me ha impuesto un ritmo de superación y de estudio que, por supuesto, no abandonaré.Agradeciendo tu amable atención, identificada con el silencio en esta etapa, dejo en libertad a la empresa para que tome las decisiones que estime convenientes ya sin mi colaboración en ese medio. Te ruego informes de mi decisión al Ing. González.AtentamenteMaría de las Heras