La

columna de hoy es concretamente vivencial, una serie de ejemplos con los cuales

intento crear conciencia en cada mujer acerca de sus derechos y sobre todo

mostrarles que la violencia no es sólo la física. Cuando decidí mi proyecto de

tesis y elegí a Rosario Castellanos me pregunté si realmente era vigente

criticar la educación para la mujer mexicana, tomando en cuenta que ya estamos

en pleno siglo XXI, sin embargo hace un par de meses una compañera de la Universidad

fue golpeada brutalmente por quien se presume era su novio, los profesores se

organizaron y cuestionaron a los alumnos hasta encontrar el nombre del

responsable, pero dicho alumno "misteriosamente" decidió faltar de forma

prolongada a clases, por tal motivo fue imposible someterlo a juicio,

expulsarlo y entregarlo a las autoridades correspondientes.

Además

del caso antes mencionado he conocido otros de mujeres que por mencionar algo:

no conocen su cuerpo o estudian carreras para "señoritas" como literatura,

gastronomía o pedagogía porque al final simplemente se casarán y se dedicarán a

su familia.

Justo

el día de hoy observo los siguientes casos:

Caso

#1

Una

chica está leyendo en el pasto del jardín de la Universidad a la que asisto, de

repente tres individuos se acercan riéndose, élla sólo atina a decir:

"pendejos", mientras sujeta enfurecida el libro que se encuentra sobre su

mochila. Uno de los jóvenes se inclina en el pasto queriéndola besar sin

embargo ella lo rechaza desviando la cara, es su novio. El chico insiste, al

obtener como respuesta sólo frases como déjame o vete decide arrebatarle el

libro y la mochila para sentarse sobre sus piernas y continuar enérgicamente su

insistencia de besarla. Los amigos, que hasta ahora siguen riendo, lanzan una

risotada al ver que el "amigo" se le ha acostado encima a la chica. Ésta sólo

atina a cruzar los brazos y continuar su desvío de los besos bruscos que el

chico pretende imprimir en la boca sin tino a pesar de insistir por largo rato.

Se cansa, decide sentarse en el pasto y los amigos dejan de reir para retirarse

haciendo un ademán. La chica entonces sólo puede articular por la cólera "no me

gusta lo que haces" y recibir en

silencio las quejas del novio hasta que éste decide dejarla en paz marchándose.

Caso

#2

En la

salida del centro comercial se encuentra un matrimonio esperando su turno para

cruzar la avenida, él carga al bebé y una bolsa pequeña de la tienda, ella

camina un poquito más atrás con dos bolsas grandes. Luz verde, la pareja avanza

hasta que el hombre se topa con una chica más joven de vestido corto que viene

en sentido contrario, justo al momento que se cruzan él se acerca y le grita:

¡Mamacita! La joven no voltea, la esposa decide mirar hacia otro lado, él al

notar que el bebé llora le grita a su mujer: pásame la botella (mamila). La

esposa sólo calla y le pasa la mamila.

Durante

el gobierno de don Porfirio se escribieron infinidad de manuales de conducta,

incluso muchos de los intelectuales (en su mayoría escritores) a partir de esa

época fueron nombrados "los amigos del bello sexo", "los amigos de las

señoritas mexicanas" ó "los admiradores de las señoritas mexicanas", su función

era aconsejar a la mujer y hacerle ver cuales eran las virtudes más admiradas

por los caballeros por medio de folletines, suplementos semanales, manuales y

novelas. Uno de esos "consejeros" es Manuel Payno, basta con observar sus

personajes femeninos en "Los bandidos de Río Frío" para darnos cuenta en la

disciplina impartida a las mujeres. Como si el género determinara las

actividades para las cuales son capaces los individuos. Cuestiones como el

sometimiento en todos sus aspectos nunca serán justificados y menos con quien

se comparte un afecto.

Estas

situaciones, que aclaro son reales, ejemplifican claramente el atraso que aún

existe en cuanto a educación femenina se refiere pues aunque ya tenemos el

derecho a la educación antes llamada "científica", el derecho al voto y

recientemente el derecho a decidir, cuestiones como la idealización de la mujer

permanece (ama de casa que vive dedicada sólo para atender al marido y a los

hijos sometiéndose completamente a su voluntad), de tal forma que su identidad

y sus derechos se ven nulificados.

Las

mujeres tenemos las mismas capacidades, derechos y obligaciones que los hombres,

podemos decidir y una de esas desiciones es vivir sin violencia, de ningún tipo

y sentido.

Les

recomiendo que se acerquen y conozcan el sitio web de Vida sin violencia

del Instituto Nacional para las Mujeres o directamente a la asociación

específica para brindarles apoyo:

http://www.e-mujeres.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Directorios_para_asesoria_juridica_en_apoyo_a

Eduquemos

a nuestras hijas para que tengan la capacidad de decir "no" "basta" y tengan el

valor para denunciar actos violentos, por una vida sin más violencia.