Granadazo en un bar de Puerto Vallarta. Es decir,
indudablemente un acto terrorista en la 3ª ciudad turística más importante de
México. El impacto que esto puede tener en la captación de divisas es enorme.
Nadie ignora que el turismo se ha ido convirtiendo en la principal industria de
exportación mexicana, después del petróleo. Si la perdemos se profundizará la
crisis económica con consecuencias terribles en términos de empleo y de
bienestar para la gente de menores ingresos. ¿Que estoy exagerando? Dios no lo
quiera pero otro atentado en un bar vallartense, (o en los Cabos o en Cancún)
tendrá consecuencias tan serias para el sector como lo estuvo en su momento la
histeria de la influenza.
¿Qué piensan hacer los diputados para evitarlo? En este
momento, seguramente nada. Ocupados como están, bajando aplicaciones novedosas
para sus iPads.
72 indocumentados latinoamericanos fueron masacrados por el
crimen organizado en un rancho tamaulipeco. El horror de la guerra perdida de
Calderón contra el narco ha producido ya una oleada de verdadero espanto en
Centroamérica y América del sur. La barbarie empieza a ser la imagen más
difundida de México en el mundo. Qué vergüenza. Duele decirlo pero nuestro país
empieza a quedar ubicado al nivel de Irak y de Afganistán. Una sociedad de
salvajes, que es la fama que nos hemos ganado, simple y sencillamente, no es
viable.
¿Qué van a hacer los diputados para combatir esa situación?
Nada, ni siquiera la habrán percibido, entretenidos como deben estar, leyendo
el instructivo de su tecnología de punta.
En Monterrey, ciudad ya invisible, el consulado de Estados
Unidos ha hecho lo que la diplomacia de ese país hace normalmente cuando opera
en regiones que están en guerra: prohibir a los hijos de estadounidenses que
asistan a clases en el Colegio Americano, donde ya hubo un brutal acto de
violencia en contra de una familia de clase más que alta, altísima, una de esas
orgullosas familias mexicanas de la lista de Forbes.
¿Qué estarán planeando hacer los diputados para devolver la
tranquilidad a los extranjeros que residen en México? Nada, no tienen tiempo
porque ya entendieron que jugar con su iPad es más complicado de lo que parece,
es decir, se trata de una invención primer mundista no apta para mentes
subdesarrolladas como las de nuestros legisladores federales.