Si había alguna

duda, la disipó Jorge Fernández Menéndez, columnista de Excélsior realmente muy

cercano a Felipe Calderón.

En su escrito

de este lunes ("Seguridad: algo ha cambiado"), Fernández Menéndez habla de la

satisfacción de Calderón por el apoyo recientemente recibido de parte de

Marcelo Ebrard Casaubón en los siguientes términos:

"El presidenteCalderóndebe haber

recibido con satisfacción que, al cumplir cuatro años en el poder, algunos de

los personajes más importantes de la política actual, sobre todo de cara al

futuro, hayan reconocido su labor en la lucha contra el crimen organizado: de

una u otra forma, en los últimos díasManlio Fabio Beltrones,Enrique

Peña Nieto y de manera mucho más enfáticaCarlos Salinas de Gortariy,

sobre todo,Marcelo Ebrard("nadie le quiso entrar, lo hacían de

ladito. Tampoco sería justo decir que el Ejército o la Marina-Armada de México

han fallado, todos han logrado éxitos importantes"), por encima de críticas o

desacuerdos lógicos hicieron un reconocimiento que, hasta ahora, había sido

inédito en personajes de ese nivel".

Sigue Fernández Menéndez,

un periodista serio que no solo interpreta a Calderón como este desea ser interpretado,

sino que nutre sus opiniones de las del propio morador de Los Pinos:

"Eso habla bien de ellos (de

Ebrard, Beltrones, Salinas, etcétera) y demuestra, entre otras cosas que,

primero, quien llegue al poder en 2012 (con excepción deLópez Obrador,

quien ya dijo que ese no será su objetivo) tendrá que continuar una lucha que

trasciende el sexenio y que marca relaciones internas de poder y también buena

parte de las diplomáticas. Y, segundo, y quizá más importante que eso, que

quienes son observadores serios del fenómeno, tienen que haber visto que, como

decíamos la semana pasada, algo está cambiando: los golpes duros se están

sucediendo en algunos de los lugares más conflictivos del país y contra

diversos cárteles, mientras se comienza a recuperar control"

Desde luego, es ingenuo o bien interesadamente expresa buenos

deseos el columnista Fernández Menéndez al decir que Calderón ha recuperado el

control en su guerra contra el narcotráfico. No hay tal, lo comprueban a diario

los mexicanos que viven aterrorizados en medio de las cruentas batallas entre

los grupos rivales de la mafia y entre estos y las fuerzas armadas. Y es falso

que "hable bien" de Salinas, Beltrones, Ebrard, etcétera el ser tan amables con

Felipe Calderón. "Hablará bien" de ellos en los círculos de poder y entre los

electores panistas o priistas, pero en la izquierda semejante actitud habla

bastante mal de tales personales, sobre todo del jefe de gobierno del Distrito

Federal.

Decenas de miles de muertos no son para celebrarse ni para

felicitar a nadie. Menos aún si, como parece, hay alguien que va ganando la

guerra: Joaquín "El Chapo" Guzmán, tal como se lo recordó un panista ayer

domingo a Felipe Calderón.

Lo triste, para todo un proyecto político en el que participan

millones de mexicanos, es el proceder de Ebrard, que cada día se aleja más de

la izquierda en resistencia para acercarse al PAN, a los oligopolios empresariales

y mediáticos y al gobierno federal. Y con Ebrard recorren esa ruta el PRD, al

menos el de los chuchos, y hasta Convergencia, cuyo dirigente formal, Luis

Walton, no se ve firme en su apoyo a López Obrador. El que ha sido, hasta

ahora, dirigente real de Convergencia, Dante Delgado, participa en el equipo de

AMLO, pero su partido titubea excesivamente en mi opinión.

No importa, si el PT se mantiene en la causa, habrá candidatura de

verdadera izquierda, de genuina oposición en 2012. Y será competitiva. ¿O

alguien duda de que tantas agresiones contra López Obrador tienen que ver con

la creciente fuerza de su movimiento?