En un hermoso país habitaba una bella princesa de lindas mejillas, todo mundo decíalo bella que se veía y oprimían esas mejillas, hablaban de lo gordita queestaba, la princesa no sabía si eso era un elogio o una burla.La princesita fue creciendo, mientras le decían que no debía comer tanto pues "sele notaba", los comentarios a su belleza iban en aumento, todos coincidían enella, remarcando la esbeltez.Un día miró unas fotos en una revista, donde las reinas de belleza aparecíanluciendo hermosos vestidos con esbeltos cuerpos, la princesa noto que alsentarse se lucían más unas llantitas no posibles en una futura reina de labelleza, después miró que esas mejillas tan pellizcadas de pequeña tendrían quedesaparecer, todo se notaba confuso en ella.Decidió poner la foto de las hermosas reinas en el espejo, mirando en cada una de ellaslos kilos que tendría que perder para poder hacerlo, así que la princesatendría cada vez menos hambre y poco a poco mientras cientos de príncipes lamiraban, ella sonriente notaba como seguían reluciendo sus gordas mejillas.Las reinas de belleza admiraban ahora su esbeltez, pero como a toda princesa, lecostaba trabajo encontrar el príncipe adecuado, algunos la abandonaban porotras princesas, unas veces más esbeltas, otras menos.La princesa en su desesperación por no tener un príncipe con quien vivir lahistoria del final feliz comenzó a comer todo eso que no tenía apetito paracomer normalmente, su estomago se llenaba y la princesa lo vomitaba y volvía acomer. Al fin saboreaba esos platillos que la pondrían obesa como pelota. Perodejo de importarle, porque igual lo sacaba.Un mal día su esófago se quemó por tanto vómito y al cicatrizar comenzó laestenosis que no permitió la ingesta de más alimento, la princesa en los huesosseguía viendo a un sapo en el espejo, gordo y repleto de robustez por todoslados. Mientras temblaba, no menstruaba, su cuerpo no crecía y poco a poco lavida se le escapaba, un mal día la princesa no despertó. Y por más que el príncipeque la amaría aún siendo sapo la besó ya no despertó. El final feliz fueterrible esta vez. La princesa no notó que la belleza siempre estuvo en suinterior. Era tal su miedo por no ser lo suficientemente bella, que la vida laalejó. Tristemente esta hermosa princesa que se convirtió en sapo en suimaginación, no descubrió la belleza que la vida le presentó. Y así termino unahistoria más de una princesa que se dejó morir para ser reina de una bellezaque no está en el exterior.Los índices de anorexia y bulimia sonabrumantes, los desordenes alimenticios aquejan a una gran parte de los jóvenesy algunos adultos claro, ahora hombres y mujeres por igual engordan las listasde los que no se dejan engordar, prefiriendo maltratarse a sí mismos al gradode conducirse a la muerte, cual tétrico juego mortal.Ciertamente los estándares de bellezaplanteados en los medios masivos de comunicación son cómplices de éste terriblejuego, pero también es cierto que el autoestima que se le dé a un pequeño alnacer y durante el crecimiento es fundamental para evitar este y muchosproblemas.Es indispensable que los padres ponganatención en los hijos, cuando sabemos que desde pequeños han experimentadoalgún problema que pueda repercutir en su vida futura, acudamos al apoyo deprofesionales que se queman las pestañas aprendiendo sobre el ser humano.Debemos pedir ayuda como padres, para que cuando nuestros hijos tengan algúnproblema, sepan que pueden pedir ayuda. Todo se puede solucionar antes deentrar al daño irreversible, solo es cuestión que gritemos por la ayuda.Las emociones son hermosas cuandoaprendemos a vivir con ellas y a navegar en su hermoso mar. Pero son asesinascuando las dejamos que dominen nuestra vida.Muchos hemos llorado por un amor, hemossido abandonados, hemos sido despreciados, pisoteados por alguien más, hemosvivido el dolor de una pérdida, hemos llorado por no ser lo suficiente paraalgo, hemos tenido miedo de no alcanzar nuestros sueños, lloramos en silenciola ausencia de un buen amor. Pero esto, forma parte de la vida. Si, esa vidaque nos regala un amanecer cada veinticuatro horas, esa vida que nos indica quepor el momento es todo lo que tenemos, placer y dolor, nacimos con ello; esparte del juego. Aprender a compensar uno con otro como el equilibrista de lacuerda, es en realidad lo que hace bella a la vida. Nunca seremos la mejor, nila más. Por fortuna somos diferentes y somos únicos e irrepetibles, nadie puedehacer lo que nosotros hacemos y eso es lo más lindo.Ama tu vida, no dejes que se vaya por ser algoque no eres. Come sin ansiedad, sin miedo, con equilibrio y saca de tu interiorla belleza que hay en ti, que comienza a surgir con una sencilla sonrisa y con"la felicidad" tu belleza es inigualable. Algunos seremos hermosos con pancita,otros seremos bellos con mejillas, lo importante es que el ser humano comoinvento, es maravilloso