Hace un calor marca diablo, rayando en los 34 grados. En medio de la aridez del noroeste mexicano, policías estatales de Nuevo León bromean; otros, muy pocos, se quejan entre sí del porqué de tanta demora por parte de su jefe, el gobernador, en salir del restaurante Los Ahijados. Saben que están en medio de la nada, a 100 kilómetros de Monterrey y a 160 de Reynosa, en donde, en ese mismo momento, el Ejercito se enfrenta a los Zetas en distintos puntos de la ciudad.

A unos 350 metros de distancia del restaurante, un retén del Ejército revisa minuciosamente cada automóvil procedente de Reynosa. Todos los automovilistas son obligados a bajar y permitir la revisión de cajuelas. Los minutos pasan y es cuando, súbitamente, aparecen 3 camionetas que al marcarles el paso aceleran y se desatan los demonios. Comienza la crisis, los gritos de miedo, asombro y pavor. Las caras palidecen, las quijadas de pocos, muy pocos se endurecen sabiendo que es la hora que soñaron y para la cual se entrenaron. Son miembros de la guardia personal del gobernador del Estado de Nuevo Leó, Rodrigo Medina quien se encontraba almorzando, como dicen en Monterrey, un machacado con huevo. Con un cafecito con leche para que amarre.

Se oyen los balazos, los minutos pasan, les parecen horas a los que estaban viviendo esa pesadilla. Todos en el piso, con la excepción de unos que se acercan a la zona de conflicto para defender el perímetro, pero son puestos en el piso por el Ejército que desconfía de todos, bueno, de casi todos los policías estatales de Nuevo León. El enfrentamientos dura escasos 4 minutos. Caen 2 sicarios y logran escapar los ocupantes de las otras 2 camionetas.

Al gobernador Medina se le aprieta el estómago, dice que le duele y se piensa en lo peor, pero al revisarlo solo se le ve el miedo en el rostro. Su cuerpo tiembla, hay crisis en ese lugar. Nadie sabe qué hacer, lo suben a la camioneta y salen disparados hacia Monterrey.

El Ejército ya avisó del enfrentamiento. Eran las 12.25 PM y el gobernador acababa de certificar, minutos antes, que las carreteras de Nuevo León a Tamaulipas eran seguras. Son las 12.37 PM, se pide el helicóptero oficial y este y el de apoyo, el helicóptero de Seguridad Pública, interceptan al convoy del gobernador y lo transportan a Monterrey.

Tales fueron los hechos y la hora. ¿Por qué el gobierno tiene que mentir en la ubicación del gobernador cuando se inicia el combate entre sicarios y el Ejército? ¿Tuvo algo que ver que se descubrieron en la camioneta de los sicarios los RPG RUSOS con capacidad para tumbar un avión o destruir un tanque o una camioneta blindada de nivel 8, es decir de un nivel que ninguna autoridad en México trae?