Dice Luis Felipe Bravo Mena, aspirante a la candidatura del PAN para la elección a gobernador del Estado de México, que él solo y sin la mentada alianza con el PRD puede ganarle al candidato del PRI y al mismo Alejandro Encinas, porque el partido Acción Nacional cuenta con una gran militancia en esa entidad.

Contaba, diría yo.

Bravo Mena muestra optimismo porque según él, en sus manos está la posibilidad de un cambio positivo en el Estado de México, o sea que él si puede lograr los cambios que su partido no quiso hacer a nivel nacional.

En el remoto caso de que el PAN lograra hacer un fraude en el Estado de México, para hacerlo gobernador, ¿Cómo haría Bravo Mena ese CAMBIO POSITIVO en un Estado si su jefe Calderón llegó al poder precisamente para impedir cualquier cambio que perjudicara a la oligarquía que lo mantiene en la silla?

Con MUCHO CINISMO y el afán de seguir engañando, Bravo Mena declaró que su interés de contender por la gubernatura obedece a un LLAMADO DE SU CONCIENCIA DE CUMPLIR CON UN DEBER POLÍTICO Y CÍVICO CON SU COMUNIDAD, CON SU ESTADO Y CON SU PAÍS, y remató aclarando que Calderón no tiene nada que ver con su designación, y que está seguro de que Peña Nieto actuará de manera "democrática" porque su aspiración para el 2012 se vería manchada si actuara de manera contraria. O sea que Bravo Mena va por el Estado que "gobierna" Peña Nieto pero acepta desde ahora que Peña sea el elegido por la MAFIA para la grande.

Sí Chucha, cómo no.

Además de mentirosas, sus declaraciones son tontas y alejadas de la realidad.

Lo reto a él, a Peña Nieto y al mismo Calderón a que llenen una plaza pública sin cerco de seguridad para exponer sus mentiras ante la gente, porque sólo lo hacen a través de los medios de manipulación, digo, de comunicación o rodeados de soldados y policías.

La gran militancia panista que menciona Bravo Mena ya no existe, si alguna vez existió. Los mexiquenses están hasta la coronilla de la corrupción, la ineficiencia y la impunidad de los gobiernos del PRI y del PAN que han padecido. El campo, la educación, la seguridad, la salud, la creación de empleos, elrespeto a los derechos humanosnunca fueron su prioridad, siempre estuvo por delante el negocio, la tranza, el enriquecimiento inexplicable y lo más doloroso, el desprecio por el pueblo pobre.

Sé, porque me consta, que la gente del Estado de México ya despertó y está dispuesta a protagonizar el cambio que propone Andrés Manuel López Obrador.

Todos tenemos derecho a soñar, sí, pero hay de sueños a sueños.

Bravo Mena, igual que los políticos emanados de su partido como del PRI, sueñan con el paraíso personal, los privilegios, el PODER y el DINERO.

Los mexiquenses que apoyan una opción distinta, sueñan con un futuro mejor para sus hijos y un país en el que la PAZ sea más valiosa que los bienes materiales.

Vamos a ver de qué sueños salen más correas.

¡Viva Andrés Manuel López Obrador!