¿Porque

el gobierno se molesta en invertir dinero en publicidad en la que aseveran que

los mexicanos somos personas de valores como la honestidad, la responsabilidad

y otros más? Pues precisamente porque carecemos de ellos, de lo contrario cual

sería el sentido de esto. No hay que dejarnos engañar tan fácilmente. Se dice

que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, ¿Será el pueblo de México un

reflejo de su gobierno, o el gobierno un reflejo de su pueblo? Cualquiera que

sea la respuesta, debemos crear un pueblo mejor estructurado y más organizado

para poseer un verdadero gobierno que luche por el bien común.

Son

bastantes los derechos que se violan actualmente en México, a pesar de que

estamos ya a unos meses de celebrar los 200 años de independencia. La

corrupción existe en cualquier estrato social y en cualquier grupo político,

eclesiástico o cultural, no importa si se es rico o de escasos recursos. La

corrupción en México ya no es solo un acto, sino que ya es toda una cultura, e

incluso es un tipo de ideología. No por nada hay frases tan populares como "el que no tranza no avanza", entre

otras. Actualmente la cultura de la corrupción gana cada vez más y más

partidarios.

Ahora

bien, planteémonos lo siguiente: ¿Por qué en el transcurso de 200 años de

independencia, ha ido creciendo más la cultura de la corrupción, y no la

ideología de valores y virtudes. Hagamos pues un breve análisis de manera fría

y escueta.

Tomemos

por ejemplo el crimen organizado. Como lo indica su nombre, el crimen

organizado, (valga la redundancia), está organizado, es decir, funciona como

una red con diferentes funciones, jerarquías, etc., tal como lo hace una

institución. Ya no hablamos de los criminales de antaño que robaban de forma

improvisada y sin una planeación estructurada. Hablamos de criminales que son

líderes dentro de sus grupos, que saben manejar masas, que conocen ampliamente

el contexto social del país, por la tanto conocen de economía y política, saben

desenvolverse en diferentes esferas sociales y conocen a líderes importantes de

diferentes sectores, pero sobre todo conocen de las leyes y de los aspectos

legales.

Así

es, aunque suene irónico, el crimen organizado conoce de leyes, pues hay dos

formas de violar una ley. Una es violándola de forma explícita, es decir,

haciendo caso omiso o todo lo contrario de lo que dicta una ley, de forma

manifiesta, como por ejemplo, mediante un asesinato o un robo. Y la otra es

conociendo las leyes, pues cualquier ley que sea creada por seres humanos,

tendrá en algún momento su talón de Aquiles. Toda ley al ser formada de

palabras tiene sus huecos, pues es con esos huecos de las leyes con los que los

abogados pueden defender a su cliente, sea él culpable o no.

Ahora

preguntémonos: ¿Acaso existe alguna organización, como el crimen organizado,

que tenga verdaderos líderes que sepan dirigir masas, que funcione como una

red, que se desenvuelva en todos los estratos sociales, políticos,

eclesiásticos, económicos y que tenga un verdadero, profundo y amplio

conocimiento del contexto social del país, pero que en lugar de usar este conocimiento

para hacer el crimen, lo use de forma práctica a favor de la sociedad?

En

teoría sí, esta organización debería ser el gobierno, que es la que se supone

debe preocuparse por el bien común del pueblo, lamentablemente esto no parce

ser así. Pero a la vez existen múltiples instituciones u organizaciones, que no

son de carácter político, que tienen por objetivo principal el bien común, y

que están conformadas por líderes y personas honestas y con valores.

Sin

embargo, muchas veces, el problema de las personas que respetan las leyes, que

tienen por valores igualdad, respeto y honestidad, tienden a ser personas muy

condescendientes. Y con condescendientes me refiero a que no acostumbramos a

tomar medidas más severas y efectivas.

Cuando

notamos que se violan nuestros derechos, o

somos víctimas de la corrupción y el crimen, no es suficiente con alzar la

voz para hacer valer nuestros derechos. Si nuestros derechos no se respetan,

pues entonces levantémonos en armas, pero no con armas de fuego, sino con las

armas de las personas honestas, que son el resto de nuestros derechos y nuestras

capacidades como ciudadanos altamente competentes.

Es

necesario que las personas que nos preocupamos por el bien común de la sociedad

nos organicémonos estratégicamente para demostrar lo que un ciudadano u

asociación civil es capaz de hacer, conociendo los huecos de las leyes, para no permitir que se violen nuestros derechos a

través de esos huecos. Y todo sin la

necesidad de romper el marco de la ley. Precisamente respetando la ley, pero

conociéndola, será nuestra arma más poderosa, en contra del ignorante que no

conoce los derechos de los hombres libres, o del corrupto que los conoce pero

que prefiere corromperlos a su favor.

El

corrupto muchas veces es inteligente, y además es empático pues su poder se

basa principalmente en lo que burdamente llamamos las "palancas", por eso las personas honestas debemos ser aún más

inteligentes y más empáticos que ellos. No basta con ser optimistas ante las

situaciones de adversidad. No basta con darle una palmada en la espalda a

nuestro hermano en las situaciones difíciles. Una cosa es ser un simple motivador

y decir vagas palabras de aliento como

"todo va estar bien" o "no te preocupes, que tú no hiciste nada malo", y otra

cosa es actuar. Seamos pues, corruptos contra la corrupción.Laspalabras vagas no sirven de nada si no se llevan a la práctica, lo que hay quehacer es crear herramientas para el progreso, organizarnos, crear líderes,defendernos de la corrupción mediante nuevos métodos, pues hasta la fecha no seha creado uno que sea realmente efectivo. ¡Debemos ser más organizados que el crimen organizado y más astuto que el corrupto!razieltovar@hotmail.comhttp://razieltovar.jimdo.com/